TECNOLOGÍA E HISTORIA

Al hablar de progreso científico y tecnológico, lo primero que viene a la mente es el beneficio en confort y riqueza que proporciona debido a la mayor y mejor producción de bienes, pero, también por otros motivos, su importancia en los movimientos sociales es inmensa. Uno de estos motivos es la entrada de la racionalidad en el pensamiento de las gentes que manejan la tecnología —pensemos en la llegada de las flechas o del arado o de la cerámica— y el crecimiento de la comunicación social que promueven. Si partimos de la definición de Razón que nos ofrece Bertrand Russell, la búsqueda de la verdad mediante el recurso de la lógica,  ser racional conlleva examinar las pasiones que nos afectan y las verdades y creencias que poseemos; esto es,  ser racional, al menos en la manipulación tecnológica, obliga a realizar objeciones al pensamiento mágico (que más adelante desgranaremos). Al respecto, nos dice Goldon Childe que «La invención no comienza con la manipulación de fragmentos de materia, sino con la recombinación mental de símbolos». Pensemos en el Neolítico, en el trabajo del sílex para fabricar hoces y puntas de flecha; pensemos en la domesticación del ganado; en la construcción de edificios u obras de riego; pensemos en el torno del alfarero, en la rueda, en uncir los caballos a un tiro, en la fabricación de objetos de cobre, de bronce y de hierro…; mediante la recombinación mental mencionada y mediante pruebas y ensayos en busca de perfección y eficacia, el operario va encontrando mejores métodos para trabajar la materia; mejores métodos para ensamblar, embellecer, transportar, endurecer o ablandar los materiales con los que trabaja y los útiles que emplea. De ese modo va encontrando razones lógicas entre los modos de obrar y la perfección del producto acabado; va percibiendo razones relacionales, de causa-efecto; va formando nuevos circuitos neuronales que en adelante empleará para otros asuntos y relaciones. Si hasta entonces el pensamiento mágico, es decir, los mitos, los tabúes, los espíritus, los dioses, el temor, el deseo, el simbolismo…, gobernaban en su mente a la hora de tratar cualquier asunto, ahora, con el manejo la tecnología en algunas parcelas de su vida cotidiana, el razonamiento lógico irrumpe en su pensamiento. Un alfarero sabe que la perfección, la utilidad y la belleza de su obra terminada no dependen de los dioses ni de ritos ni de otras magias que no sean las de sus manos y el empleo de buenas herramientas y materiales. Un labrador rogará al dios de las tormentas en espera de la providencial agua de mayo, pero se encargará de drenar pantanos y de encauzar las aguas y de edificar un almacén para su grano.

Otro importante motivo para a entrada de la racionalidad en la conciencia de los hombres y mujeres primitivos es la comunicación. Un ejemplo que ilustra el aumento de comunicación —y, claro, de la información— que comporta el progreso tecnológico es la invención de la imprenta por Gutenberg por aquellos años en que los turcos se apoderaban de Constantinopla. Los libros, la lectura, dejaron de ser privilegio de unos pocos y se divulgaron velozmente. Erasmo de Róterdam pudo ser leído y elogiado en toda Europa, y las enseñanzas de Erasmo y la imprenta posibilitaron la aparición de la Reforma.

En 1517 Lutero clava sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos, en Wittenberg, y poco después sus libros son leídos por gentes de toda condición social con una avidez desconocida. Sus manifiestos de 1520 venden 4.000 ejemplares en una semana. La nueva tecnología, la imprenta, obró el milagro. Y posibilitó también la edición de los olvidados clásicos griegos, dando con ello lugar al Renacimiento en Florencia. Tampoco la obra de Nicolás Copérnico ni la de Keppler ni la de Galileo habrían tenido el impacto que tuvieron, ni sus ideas y descubrimientos hubieran llegado a otras grandes cabezas pensantes —poniendo en marcha el progreso científico. La imprenta fue la chispa que hizo detonar la pasión por el conocimiento y que encendió el fuego de la Ilustración.  El gran milagro de la imprenta: poner los conocimientos de unos cuantos al servicio de todos. Tecnología de la comunicación.

Todo avance científico o tecnológico que propicia una mayor divulgación de saberes —y todos lo hacen—propicia, a su vez, un acelerado avance tecnológico y un gran cambio en hábitos, modas, pensamientos y moral, esto es, la historia cambia de ropajes y cambia la conducta humana.  El teléfono, la radio, la televisión, Internet… —y lo que está por llegar—, han convertido el mundo en un hormiguero enloquecido en donde febrilmente se disputa cada oportunidad, cada información y cada posibilidad. Esa gigantesca intercomunicación nos ha hecho más creativos, más hiperactivos, más angustiados, más adictos. Al ritmo con que la miniaturización se ha ido multiplicando por cien cada diez años, han ido cambiando todos los valores sociales. Las gentes se han trasladado a grandes ciudades, han dejado de ser religiosos, en Europa se ha dejado de tener hijos, el sexo ha cambiado a género, lo firme y absoluto ha pasado a ser relativo y subjetivo; las universidades no forman ahora a élites sino a masas; los animales están siendo considerados como seres humanos… Hay quien asegura que el mundo se ha salido de quicio y que la tecnología está a punto de acabar con la historia y con la humanidad.

SENTIRES Y PENSARES

FRANCESES…

Los franceses siempre han sabido vender Francia muy bien. Sus vinos, sus quesos, su cine (¡no el cine actual francés, por Dios, qué horror!), la Ilustración francesa…Pero los genuinos y grandes creadores de la Ilustración fueron los británicos; los vinos y los quesos españoles no tienen nada que envidiar a los suyos; y tengo que decir que muchos de los grandes directores franceses envejecen tan mal que visionar de nuevo sus películas suele producir sonrojo. Pero ¡qué bien se saben vender!

¿COMUNISMO DEMOCRÁTICO?

En un régimen comunista no puede haber libertad de comercio o, en general, libertad económica, pues se engendrarían diferencias sociales que pondrían en cuestión su fundamento igualitario. No puede haber libertad individual, pues todo el colectivo ha de seguir el mismo paso. No puede haber democracia porque su vocación y su propósito es el ser un reino perpetuo de igualdad, mientras que la democracia es tan voluble como el carácter humano, lo cual echaría a perder esa perpetuidad.

HÉROES

El héroe es la figura que encarna los valores sobre los que se edifica una sociedad. Aquiles fue el héroe de una sociedad guerrera como la griega. Los santos fueron los héroes de la sociedad donde se resaltaba la fe católica y el sacrificio. Hoy son héroes la ya no tan niña Greta Thunberg, que ilumina a la juventud en una Cruzada contra el CO2, o aquel que rescata a un gatito que no se atreve a bajar de un árbol.

BRUTO

¿Quién no ha deseado ser Bruto en su juventud, señalando a un César al que acuchillar para implantar lo que se creía justa república comunista? ¡Locuras de juventud!

DESAPARICIÓN

Al morir un ser querido, su huella en tu memoria se ennegrece y un cierto vaho de melancolía se infunde en tu espíritu. Ya no lo verás más; ya no podrás alegrarte en su compañía; ya no podrás saludarle de lejos; ya no podrás preguntarle por el rumbo de su vida… Todas esas posibilidades, palpitantes hasta entonces, desaparecen. Todo un mundo de sucesos posibles ha desaparecido, así que los recuerdos en común se tiñen de negro, la mente se ofusca de tristeza y la conciencia se pone de luto.

ILUSIÓN

La ilusión es un bote que te permite mantener el ánimo a flote en las vorágines aguas del océano de la vida.

LA CONCIENCIA ESCINDIDA DE LOS JÓVENES

Los jóvenes, al carecer de experiencia y de conocimientos, en el concilíabulo de toma de decisiones que es la conciencia, apenas poseen creencias firmes, y las que tienen las han tomado prestadas sin ser repensadas, ni contrastadas. Tales creencias prestadas suelen llevar adheridos sentimientos y emociones de grupo (amigos, ideologías, dirigentes que les sugestionan), y,  si a eso, unimos que tales jóvenes se encuentran en época de rebeldía, de iniciación guerrera, resulta que tales sentimientos se apoderan de su conciencia y toman las decisiones por ellos. Por otro lado y en otro sentido, actúa en ellos su naturaleza, así que suele ocurrir que por un lado pretendan destacar, ser prominentes, ser millonarios, cobrar conspicua fama, y, por otro lado, clamen en favor del igualitarismo, de eliminar el mérito y de esclavizarse a las creencias del grupo.

LENGUAS SAGRADAS

El sumerio, la lengua que hablaban y escribían los habitantes de la Baja Mesopotamia, cuna de la civilización, se siguió empleando en la escritura y en los rituales religiosos varios cientos de años después de desaparecer su uso coloquial. Algo semejante ocurrió con el sánscrito védico en la India, que se mantuvo como lengua del culto brahmánico casi dos mil años, a pesar de que por mucho tiempo los sacerdotes ignoraban el significado de las palabras que utilizaban en sus rituales.

El hebreo se mantuvo como lengua religiosa entre los sacerdotes judíos cuando su uso como lengua de Israel había desaparecido y era el arameo la lengua común. Esa resistencia la trajo de vuelta al uso entre la población. También el latín se refugió en el ritual religioso consiguiendo pervivir hasta nuestros días.

LINGUAS FRANCAS

Otras lenguas no necesitaron el refugio religioso para sobrevivir a los tiempos y ser empleadas como linguas francas por extensas zonas del Mediterráneo. El acadio y luego el arameo en Oriente próximo y medio; el latín en el  mundo romano; el griego entre las clases cultas de Imperio romano de Occidente y en la población del Imperio romano de oriente, así como el imperio seléucida y en el Ptolomeo; el español en tiempos de Carlos I y de Felipe II; el francés hasta comienzos del siglo XX. ¿Hasta cuándo perdurará la lengua inglesa como lingua franca ahora que el imperio angloamericano se encuentra en franca decadencia?