ATAQUE DE ORCOS Y SUCESOS DE ESPAÑA

  • https://youtu.be/JS2lPcxP414
  • Sauron ha enviado a sus hordas de orcos y trolls para destruir la Tierra Media. (Supongamos que hablo de Pedro Sánchez y de España).  Quiere conseguir los anillos de poder a toda costa. El poder sobre una tierra devastada y yerma, pero ¡el poder omnímodo! ¡El anillo único que domina a todos (Justicia, Prensa, Legislativo, Banca)! Las diversas hordas de orcos (supongamos que hablo de ultra animalistas, ultra ecologistas, ultra feministas, independentistas y comunistas, ¿encuentran similitudes?), deformes, incompletos, venenosos, alimentados de odio y resentimiento, son lanzadas al asalto final. Supongamos que han sido formados con una conciencia deforme, incompleta. Es una conciencia que aborrece el sentido común y la razón, que solo se satisface impidiendo que otros disfruten de aquello que ella no puede disfrutar; una conciencia cuya única satisfacción se encuentra en dañar, destruir, amordazar, prohibir, vengarse de quienes no poseen sus deformidades. En este parte de la actualidad, me propongo contar alguno de sus desmanes.
  • Supongamos que el Calentamiento Global, el estruendo de la Violencia de Género, y la Memoria Democrática sean ardides, o sean nuevos dioses para levantar en su nombre una Santa Inquisición que someta a la población y la convierta, mediante el miedo, a la condición de borregos. Sin embargo, no parecen ser suficientes para lograrlo. Entonces entran en acción los trolls.
  • Supongamos que se aprueba la nueva Ley del Maltrato animal: si se le escapa su perro tendrá usted una multa que puede llegar a los 50.000 euros. Todo tipo de ganado al aire libre deberá llevar un chip que le permita al ganadero controlar su localización en todo momento. El burro, el caballo, la mula, no podrán ejercer trabajo so pena de severas multas a su propietario. Lo mismo que si tarda más de tres días en dar de comer a los peces de su pecera. Si mata a un ser vivo tiene una pena de cárcel que va de 18  a 36 meses. Es delitos de lesa humanidad matar una rata, espantar un cuervo o dejar de alimentar a un pececillo en su pecera. Quien dispone tales disparates no es otra que la ministra Ione Belarra. Así que, ¡cuidado con matar al ratón que haya entrado en su casa! Dense cuenta de que estamos en una Revolución y que hay que destruir todo para que después aparezca el paraíso.
  • No es suposición, sino realidad, que tenemos en España un ministro, comunista él, que señala a Cuba como ejemplo de buena alimentación y de buena sanidad, esto es, que propone la indigencia como modelo de vida; un ministro ocupado en seguir el vuelo de las moscas y en destruir la ganadería y de convertirnos a todos –por decreto—en veganos.
  • No es de suponer, sino que es realidad que tenemos una ministra de “Igual da” dedicada a proferir insultos y amenazas como una histérica contra diputados, jueces y periodistas. Incluso, la tal ministra –venida a más desde su puesto de cajera en un supermercado—recrimina a los jueces su machismo, y les dice que se habrán de formar para interpretar correctamente la ley. Dado que cerraron los manicomios, pasa lo que pasa.
  • No es suponer que en Madrid se encuentran en huelga los “sanitarios”, no por la mala calidad del sistema de Salud Pública madrileña, muy al contrario, todos los datos señalan que es la mejor de España, sino exactamente por eso, por ser buena. Para que lo entiendan, sucede algo así como sucedió en la huelga salvaje en Chile en 2020, causada por ser la región de mayor riqueza de toda América del Sur. Detrás de la huelga de Madrid están los mismos que estaban detrás de la huelga de Chile. La excelencia, el bienestar de una región, les sienta mal.
  • Otros ministros y ministras han empleado su tiempo en sacar adelante una  nueva ley (las leyes que se promulgaron el año pasado en los 18 Parlamentos que existen en España tienen una extensión de dos millones doscientas mil páginas) para rebajar las penas por delitos de sedición, es decir, para que liberar de penas de prisión a varios políticos catalanes a cambio del sí a los presupuestos del señor Sánchez, el individuo de quien no sabemos que haya dicho jamás una sola verdad.
  • El resto de los ministros están ocupados en desarmar el poder judicial, en someter a su arbitrio a los medios, en destruir España y entregarle a Sauron, perdón, quise decir Sánchez, el poder omnímodo en bandeja de plata.
  • Mientras todo eso pasa en España, el señor Feijóo, el  Jefe de la oposición, se muestra exultante reclamando que se retiren de la circulación los coches de más de diez años, ¡ahí es nada! (Feijóo, el dócil). Tengo la impresión de que está preparando un libro sobre La siesta con el magnífico estilo empleado por su antecesor Rajoy. O tal vez practique lo que se ha dado en llamar La suerte de Don Tancredo, una manera de eludir los problemas sin hacer nada, o, también, quedarse quieto ante el toro para que éste pase de largo. 
  • Mientras tanto, en fin, la excelente Cayetana Álvarez de Toledo, sigue siendo apartada a la fuerza de los ruedos de la política nacional. ¡Si esta clase política no está repleta de envidiosos y cretinos, qué venga Dios y lo vea!

LA IGLESIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO II

Orígenes, paisajes y dinámica[1]

En 1973 los principales países productores de petróleo contrajeron sus ventas y los precios se dispararon. Había estallado la crisis del petróleo. En España, pero de manera parecida en todo Occidente, los medios de comunicación, guiados de la mano de Dios o del diablo, porque se dieron cuenta del negocio encerrado en el alarmismo o por intereses inconfesables, comenzaron a lanzar noticias apocalípticas: que en el subsuelo quedaban reservas de petróleo para diez años; que algunas zonas del planeta, como el sur de España se convertirían en desiertos en el periodo máximo de diez años (el número diez parecía ser un número mágico y un mantra repetido hasta la saciedad). Ni una cosa ni otra resultaron ser ciertas ni por asomo. ¡Quién duda de que tras la noticia estaban los intereses de las centrales nucleares! El movimiento ecologista brotó en aquellas fechas con fuerza. En 1971, en Canadá se creó Greenpeace y pocos años más adelante sus delegaciones se extendían por medio mundo. El ataque contra la deforestación empezó siendo uno de los temas preferidos del ecologismo.

 Ecologismo, marxismo e IPCC

Pero en la década de los setenta casi todos los dedicados a la meteorología pensaban que el planeta se dirigía hacia un periodo de enfriamiento, lo que resultaba muy preocupante debido a las implicaciones económicas y sociales que tal hecho conllevaría. Sin embargo, a finales de la década la temperatura media del planeta empezó a subir y el peligro pareció conjurado. En esas, un meteorólogo sueco , Bert Bolin, dio entonces con la ocurrencia de que el CO2 (que estaba en la atmósfera en una proporción de 300 partes por millón) procedente de la quema de combustibles fósiles, podía ser la causa del calentamiento al crear un efecto invernadero en la atmósfera, que calentaría la superficie terrestre.

La ocurrencia era una noticia excelente para los grupos ecologistas y para los lobbies de la energía nuclear. Si no queremos que la superficie del planeta se convierta en un desierto, deja de producir CO2, decían los primeros; la energía eléctrica procedente de las centrales nucleares no contamina el medioambiente con el dióxido de carbono, decían los segundos. Margaret Thatcher, en su guerra particular contra la minería del carbón en el Reino Unido y a favor de la energía nuclear, financió estudios para investigar lo nocivo para la atmósfera de la quema del carbón. La política había comenzado a poner sus garras en los asuntos de la Ciencia.

Los augurios a favor de las centrales nucleares parecían esperanzadores. En 1985 acaba la huelga minera y la señora Thatcher aparece como clara vencedora, pero aquel fatídico año fue el de la explosión y vertido a la atmósfera de material radioactivo en la central nuclear de Chernóbil, y la opción nuclear pierde fuelle rápidamente, mientras que la opción ecologista de energías renovables y menor consumo sale reforzada. Además, dos asuntos relacionados cobran por esas fechas gran relevancia. Por un lado, el posmodernismo estaba ya bien enraizado en los departamentos o facultades de filosofía, psicología, sociología y pedagogía de las universidades europeas y estadounidenses. Recuérdese que la gran mayoría de sus principales integrantes pertenecen a la izquierda radical y que expanden por los campus el relativismo moral y cultural, promoviendo con los otros grupos que ya han sido previamente señalados lo que denomino la Santa Alianza. Por otro lado, el marxismo clásico está desengañado con las condiciones económicas y sociales desarrolladas en la URSS y en sus países satélites, así que poco a poco van abrazando el posmodernismo y el ecologismo radical como estrategia para acabar con el monstruo de tantas cabezas que es la liberal democracia capitalista.

Si el enemigo está bien dibujado, los objetivos primeros pasan a ser acabar con las emisiones de CO2 y con la lluvia ácida. En 1988 y también dirigido por Bert Bolin, se crea el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC). Un año después, el 9 de noviembre de 1989, cae el Muro de Berlín y rápidamente se desintegran los regímenes comunistas de Europa. Un duro golpe ideológico para la izquierda europea marxista; pero las creencias marxistas se enraízan en la conciencia con odio y resentimiento, así que ni una derrota ideológica tan enorme es capaz de arrancarlas. El resultado fue que se modificó la apariencia ideológica para mantener a salvo las esencias, y las huestes marxistas más tenaces se enrolaron en el ecologismo de la mano del posmodernismo, creando junto a otros grupos la Iglesia del progresismo que hoy soporta Occidente, con sus dogmas sobre el Cambio Climático, su Corrección Política, su propósito de «salvar al planeta», su neolenguaje, etc. etc. El ecologismo iba a ser ahora la máscara de muchos de los antiguos marxistas «duros».


[1] https://youtu.be/0sCgTl3LctU Es éste un magnífico video titulado “El gran timo del cambio climático”. A eso se refieren entre otros los científicos: Philip Stott, del Departamento d3e Biogeografía de la Universidad de Londres; Patrick Moore, cofundador de Greenpeace; Niger Calder, autor de The chilling stars; Ian Clark, Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Ottawa; Roy Spencer, premio especial NASA; John Christy, del IPCC; profesor Akasoku, investigador del clima en Alasca; Patrick Michaels, Departamento de Ciencias del Medio Ambiente de la Universidad de Virginia; Paul Driessen, militante ecologista y autor de Green Power, Black Death…Timothy Francis Ball (5 de noviembre de 1938) es un geógrafoclimatólogo británicocanadiense y profesor ordinario de Geografía en la Universidad de Winnipeg; Richard Siegmund Lindzen (nacido el 8 de febrero de 1940) es un físico norteamericano estudioso de la atmóstfera, conocido por su trabajo sobre la dinámica de la atmósfera intermedia, las mareas atmosféricas y la fotoquímica del ozono; (John Raymond Christy es un climatólogo estadounidense de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH) cuya área de trabajo es la teledetección a través de satélite del clima global y el cambio climático global. Es más conocido, junto con Roy Spencer, por el desarrollo del primer registro de temperatura por satélite exitoso del mundo; el físico del clima Frederic Singer contra el calentamiento y contra el negocio del clima Exdirector del instituto de meteorología de EEUU; Paul Reiter, profesor en el Instituto Pasteur de París

EL VOLTEO CULTURAL

Abuelos sin nietos

De manera general, cada etapa de la vida ofrece una función social. La juventud y la infancia son épocas de relación y de abrir los ojos a la realidad. Luego comienza la lucha por la vida, esto es, la búsqueda de pareja sexual, la crianza de los hijos, el afán de alcanzar una posición social… Hasta hace poco, la vejez tenía como función principal el proveer de afecto y cuidado a los nietos, pero ha dejado de ser tal. Ha dejado de ser tal porque las parejas ya no tienen hijos, por lo que los «abuelos» ya no tienen nietos a los que cuidar. Por esa falta de función social, me temo que pronto los poderes económicos y la bárbara grey juvenil reclamen la eliminación de la vejez o su encierro en reservas «indias».

Suplantación

Se produce un tránsito directo desde el egotismo juvenil hasta  intentar gozar la vida sin tasa. Por esa subordinación a la «felicidad del hoy», las relaciones de pareja son de quita y pon, de hoy sin mañana, y los posibles hijos un estorbo que apartar. Un buen can los reemplaza sin quebranto alguno, al contrario, presenta evidentes ventajas. Al perro se le educa con cierta facilidad, es solícito, afectivo, juguetón, buen compañero de viaje, y en algunos casos, parece ser, compañero sexual. La función del can entre los humanos fue la de cazador, guardián, defensor, ayudante de pastor…, siendo ahora la de hijo, amante, compañero del alma.

Democratización cultural

La sociedad se ha democratizado a tutiplén. En derechos, riquezas y valor social  — excepto en méritos—, nadie quiere ser menos que nadie, así que, para igualar, la ignorancia, la incultura y la necedad se han convertido en valores sociales. La estupidez de un necio vale hoy lo mismo —o más— que la afilada opinión de un sabio. Ya no se hace cine para disfrutar de inteligentes diálogos ni se escribe para ilustrados  sensibles, tal como se hacía unas cuantas décadas atrás (los menos cultos se esmeraban en aprender de novelas y películas, en culturizarse, porque la cultura era considerada un bien). Hoy en día se proclama con orgullo no leer, se celebran las faltas de ortografía, la necedad se contagia por las redes, la incultura  se venera y se presume de ella.

Incultura en el hemiciclo

Tal democratización afecta también a la política; la incultura ha puesto sus garras en el hemiciclo del Congreso y de las instituciones políticas en general. En España, personajes como Lastras, Ábalos, Patxi López o Irene Montero, altos cargos del gobierno, bárbaros en el poder,  añaden a su incultura su sectarismo. Por el contrario, se condena al ostracismo al político que destaca, al que muestra inteligencia y capacidad. Es el mundo al revés: ¡muera el mérito!, ¡mediocres al poder!, ¡invirtamos todos los valores!, parecen decirnos los adalides de la «democratización» de la Inversión.

Inversión de la cultura en la Universidad

Antes que en la política, el germen de la inversión de la cultura y de los valores tiene lugar en la Universidad. Las del Reino Unido y de Norteamérica se llevan la palma. En muchos departamentos de Ciencias Sociales de esos países se clama por prohibir a Platón, Aristóteles, Homero, Mark Twain, Rudyard Kipling, y una larga lista de escritores y filósofos por sus ideas «fascistas». En algunas escuelas de Barcelona se prohíben los cuentos de Blancanieves, la Cenicienta, Hansel y Gretel… por machistas. Hacer desaparecer la cultura de la Universidad parece ser el reclamo, y sustituirla por estudios de género un fin.

Estorninos y grajos

La inversión se produce hasta con los pájaros que viven en nuestras ciudades, sobre todo en las pequeñas; la población de gorriones ha sido casi totalmente desplazada por córvidos. Grajos, grajillas, urracas, estorninos, habitan hoy en día nuestros parques. Gracias a la protección que los volteadores culturales les dispensan, hoy los graznidos, la suciedad venida del cielo, las majestuosas bandadas, forman parte del paisaje urbano. La democratización y el volteo cultural se han logrado. La barbarie perruna, la ignorancia, los nuevos valores, ya se han instalado entre nosotros. Poner todo patas abajo es nuestro lema.

Cayetana Álvarez de Toledo, ¿políticamente indeseable?

Como portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso de Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo desarboló con su verbo certero y ágil la imagen política de Pablo Iglesias Turrión, líder populista cuya declarada intención es la destrucción del sistema político español y a imposición de una dictadura comunista. El pago que recibió por ello del líder de su propio partido, Pablo Casado, fue su destitución de la portavocía que venía ejerciendo, y el arrinconamiento político.

La sombra de Caín es alargada y gravita demasiado a menudo sobre la política española. El líder del PSOE y presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se rodea de descerebrados e inútiles para su propio realce. Pablo Casado, líder del PP, metafóricamente, escupe y aparta de un manotazo a la mente más preclara del panorama político español; a la mejor y más lúcida oradora del Parlamento. Los motivos de uno y otro son claros: los mediocres con poder tratan de evitar a toda costa que alguien cercano les haga sombra.

Uno puede entender que los políticos de la izquierda —con repugnancia notoria a todo cuanto huela a mérito o distinción— declaren a Cayetana persona non grata y la consideren enemiga mortal. Uno puede, también, entender que sus compañeros políticos del PP —preocupados esencialmente en tener el pesebre bien lleno— abjuren de ella, siguiendo instrucciones de su acobardado líder Casado. Sin embargo, ha sido una gran sorpresa para mí el comprobar que tampoco entre las gentes que no viven de la política tiene Cayetana mucho predicamento. Creo entender el porqué.

Tiene que ver con el cúmulo de ideas y valores asociados al concepto Ilustración. La Ilustración germinó en Escocia, Inglaterra y los Países Bajos, y tuvo un punto álgido en el limen de la Revolución francesa. Por sintetizar, diré que significa el triunfo de la razón sobre el dogma. Cayetana es, en todo el amplio sentido del término, una mujer ilustrada; digo más: Cayetana simboliza hoy, como ningún otro,  la Ilustración. Pero tal dignidad es hoy en día un pecado grave.

Ahora que la ONU y otros organismos han creado la Iglesia del Cambio Climático —con su muy activa Inquisición—; ahora que han vuelto la caza de brujas, los dogmas, las santidades con pereza mental al modo de  Greta Thunberg; ahora que vuelven los tiempos oscuros y tenebrosos, que todo es engaño y ocultación; ahora que la gente rinde vasallaje a cualquier memez si viene sentimentalmente repleta…; ahora, digo, la distinción, la cultura, la inteligencia, la valentía de Cayetana en defensa de la nación española y de sus valores constitucionales, es una total afrenta para todas esas huestes que esperan temerosos un apocalipsis climático, y, esperanzados, un nuevo orden mundial. Todas esas huestes que rechazan por malvado todo cuanto signifique verdad, sentido común y razón.

Cayetana Álvarez de Toledo arrastra consigo la mácula de ser excelsa en su argumentación, y eso la envidia no lo perdona. Cayetana lleva dentro de su pecho el signo de la Ilustración, y eso no lo perdonan los defensores de la barbarie y el dogma. Cayetana es valiente e inteligente, y eso es un desmérito para los cobardes y los mediocres. Por todas estas razones es repudiada por las masas.

Aunque, si uno lo piensa bien, lo sobresaliente siempre ha sido excepción y la envidia siempre ha sido compañera de la mediocridad. Si uno lo piensa bien, la Ilustración no ha penetrado nunca en el corazón de las gentes, que prefieren la seguridad del dogma y la emotividad como valor. Al fin y al cabo, la razón es de manejo arduo, mientras que el pensamiento mágico surge de la espontaneidad. Al fin y al cabo la democracia es solo una rara anomalía histórica, así que vuelven a su lugar de siempre las inquisiciones, las dictaduras y los dogmas. Ahora la Ilustración y sus símbolos son «fascistas».

PANORAMA POLÍTICO DE ESPAÑA

EL RIESGO DE DUDAR

En España sostener ciertas dudas presenta un gran riesgo. Sobre todo si se duda –y se manifiesta la duda—por un solo instante de la verdad de los dogmas que proclama a diario la Iglesia de la Corrección Política. Ya no sirve aquel “Dudar vale más que estar seguro”, que decía Voltaire, pues ahora resulta peligroso dudar. Señalar que el origen antropogénico del Cambio Climático es una conjetura no probada, o que el sexo es en un asunto biológico en todas las especies animales, incluida la humana, se considera motivo de reprobación mediática y de despido u ostracismo si usted trabaja en la Administración o de cara al público en una empresa privada.

No era tan eficaz el Tribunal del Santo Oficio en hacer que se acatasen los dogmas y la lengua se sujetase como lo son ahora las ménades del pos feminismo y los apocalípticos medioambientales que forman hoy la Inquisición de la Iglesia nombrada. Diré más: el oscurantismo medieval está retornando a marchas forzadas. También lo hace la ignorancia de las gentes.

Dudar está muy mal visto. Le hace a uno sospechoso de formar parte de una secta que come niños y obedece al diablo. Lo guay, lo correcto, lo puro, lo sano, es admitir las verdades oficiales como santas e inalterables, aunque de un día para otro se cambien. Las firmes y categóricas convicciones dictadas por la ideología imperante son las propias de las gentes de bien. Tales convicciones fortalecen la conciencia de esas buenas gentes de bien para rechazar como inmundicia apestosa cualquier evidencia en contra de los dogmas que se presente. El buen pastor no puede dejar que el rebaño adquiera la funesta idea de pensar, y dudar.

LA CUOTA DE LA IGNORANCIA

Negar que la razón y el sentido común de los jóvenes, por término medio, ha menguado, es difícil de refutar. La ignorancia es otra cosa; no es que hoy seamos más ignorantes que lo eran nuestros padres, ¡es que se presume de ello! Dicho en otras palabras, la cultura y el conocimiento han dejado de ser valores incluso en algunos ambientes universitarios. Así que, proclamo: en aras a la igualdad política de los españoles, la ignorancia debe estar representada en el Congreso de Diputados. ¡Cómo dejar a millones de españolas, españoles y españolos sin representación democrática!

En la consecución de tal noble tarea el actual gobierno se esmera. Cerriles, cabestros, iletrados que votan como un rebaño a una seña de su jefe de filas forman el grueso de nuestros parlamentarios. Así, no es ningún lastre la Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso, sino que forma parte de la cuota de ignorancia que a ese partido le corresponde. Tampoco merece menosprecio que a una cajera de supermercado la nombren ministra de la noche a la mañana. La tal, Irene Montero, representa la cuota de histeria, absurdo y locura de los votantes de Podemos en el Gobierno.

Igual tinte democrático se ha de dar a las empresas públicas, y en esa encomienda este gobierno sigue haciendo las cosas bien hechas. Así, Susana Hernández Ruiz, ex senadora por el grupo socialista y enfermera ha sido nombrada presidenta de la empresa pública SAINSEL que tiene el control de NAVANTIA e INDRA sustituyendo a un ingeniero naval. ¿Qué más democrático que una enfermera tomando decisiones en relación con la construcción de submarinos y buques de guerra?

Pero donde el Gobierno ha acertado plenamente ha sido con el nombramiento de Rosa Serrano como delegada del Gobierno en Aragón. Una trabajadora sin estudios que trabajaba hasta hace pocos años sirviendo comidas en colegios,  ha llegado a ser concejala de Ayuntamiento, senadora y ahora delegada del Gobierno. No solo eso, sino que participó en la comisión de Ciencia, Innovación y Universidades. ¡Qué alguien me explique si puede existir un mayor signo de democracia que el rezuma de esos nombramientos! Es la representación de la parte alícuota de los trabajadores de hostelería en las instituciones de gobierno. Aún así, no podemos sentirnos contentos; logrado para los ignorantes, ahora hemos de pedir ¡tontos al poder!, al menos la parte alícuota que les corresponde…, aunque me aseguran que ya la han sobrepasado.

LA IMPOSTURA COMO NORMA

Tenemos un Jefe de Gobierno que miente constantemente en todo lo que dice. De manera constante y con descaro. Sin que le tiemble una pestaña por ello. Es público que no se le conoce verdad alguna que hay salido de su boca. Incluso niega hoy lo que ayer dijo y negará mañana lo que acaba de decir hoy, sin inmutarse. Por ejemplo, aquellos que unos meses atrás consideraba malhechores, rufianes, terroristas, enemigos de España, los ha convertido hoy en sus aliados más firmes y naturales. En relación al independentismo catalán, lo que ayer negaba lo ofrece hoy y lo dará mañana, y convertirá las promesas de anteayer en papel mojado. Todo le resulta válido para llevar a cabo su agenda del bien.

He de decir, ¡qué bien lo hace! Por ejemplo, los medios televisivos que están de capa caída en audiencia, los mantiene generosamente con subvenciones millonarias y con un gigantesco pago por propaganda institucional. Así que, obviamente, todo son alabanzas a su gestión. ¿Cómo podían hacer otra cosa dichos medios? Sus estridentes fracasos se presentan como grandes logros y, si no, siempre tienen a mano una milonga de la Guerra Civil española para confundir al personal, o de lo malo que era Franco, o si fulanita engaña a menganito con menganita, y así, de forma reiterada, nadie al caer la tarde recordará qué ha dicho el Jefe de Gobierno por la mañana.

Reitero la gran sabiduría política que emplea. Si en España lo atacan señalando que quiere acabar con la Democracia española (y razones no les faltan), se va a la ONU y asevera en su discurso que la democracia está amenazada. ¿No es magnífica esa inversión de agentes?: quien amenaza señala al amenazado como amenazante. Tan brillante como cuando desde su partido lanzan mensajes de odio  contra un enemigo al que acusan de lanzar mensajes de odio. O como cuando emplean métodos propios del fascismo para acusar a otros de fascistas. En fin, me reitero, ¡todo un genio!

Degeneración democrática. Los políticos como problema

El filósofo inglés Locke y el filósofo francés Montesquieau sentaron las bases de la Democracia Representativa según la entendemos. Se representa la voluntad popular en el Parlamento eligiendo periódicamente a  un conjunto de ciudadanos que serán los encargados  de dirimir los grandes problemas sociales y de tomar decisiones que afectan a toda la sociedad representada. Tal es el llamado Poder Legislador. Éste se complementa y equilibra con otros dos poderes, el Ejecutivo y el Judicial.

En este entramado de equilibrios y contrapoderes la Prensa juega también su papel de denuncia. Es reconocida como el cuarto Poder. Obraría, con su atribución de libertad de prensa, como factor replicante a los abusos de los otros poderes y abogaría por su enmienda. También existe el bastión de la llamada Carta Magna, la Constitución, con la pretensión de fijar unas normas básicas, basadas en la razón y el sentido común, que nos mantengan a salvo de veleidades políticas e ideológicas. Cambiarlas exige una mayoría de dos tercios en el caso de España.

Son múltiples las causas que pueden conducir a una degeneración del sistema democrático, y todas ellas tienen que ver con la ruptura del equilibrio entre poderes o con el desprecio de estos hacia la voluntad popular. Por ejemplo, se empieza a degenerar la democracia cuando los problemas de los ciudadanos dejan de ser un problema para los políticos; cuando los medios de información se convierten en brazos del poder político; cuando esos mismos medios pasan a desinformar, manipular y controlar a los ciudadanos; cuando los partidos y corrientes políticas se convierten en clanes mafiosos ocupados exclusivamente en su beneficio personal; cuando esos políticos inventan inexistentes problemas o agrandan hasta el infinito los que pudieran existir; cuando los jefes políticos se convierten en meros capos mafiosos… Y así podríamos seguir y seguir.

Los políticos son el problema

Me centraré en España. Al decir que los políticos son el problema me refiero a que más que solucionar los problemas de los ciudadanos los crean. Digámoslo claramente, una gran parte de la clase política ha dejado de ser útil para la sociedad y toda su labor consiste en tratar de esquilmarla. Pongamos por caso las medidas del gobierno frente a la pandemia del COVIT. Podemos decir que, una de dos, o bien las capacidades de los responsables políticos en esa cuestión son propias de indigentes mentales, o bien han actuado con una irresponsabilidad delictiva a los problemas de los ciudadanos. Recomendaron no llevar mascarilla (porque no habían hecho provisiones de ellas); pasaron a recomendar mascarillas de baja calidad alegando que las buenas podían hacer que la gente se confiara); animaron a una manifestación feminista (que según estudios de la Universidad de Zaragoza aumentó en 24.000 el número de muertos); se desocuparon  de los ancianos recluidos en residencias; no tenían un equipo científico que diera las instrucciones necesarias; ocultaron el número real de muertos; a través de empresas recién creadas por amiguetes de miembros del gobierno compraron tarde y mal material defectuoso que hubieron de tirar a la basura; la protección que tuvieron los sanitarios fue una mera bolsa de plástico… Actuaron como si no les importara en absoluto los muertos sino, más bien, en sacar rédito político dando millones a manos llenas a las cadenas de televisión para que se ocultaran las noticias que les comprometían.

Parece que gran parte de la clase política se haya organizado en clanes mafiosos, con su capo a la cabeza,  en lucha despiadada contra otros clanes. Clanes que suman 600.000 “soldados”, que son los políticos que en España viven a cuenta de hacer política. En esos empeños una de sus tácticas preferidas es crear artificiosamente problemas para sacar beneficio propio de ellos, aunque causen gran descalabro en la ciudadanía. El PSOE es muy hábil en esta táctica. Los problemas, inventados o engrandecidos, están dirigidos a enfrentar a una parte de la población con la otra parte, a crear hostilidad en las propias familias o en las amistades.

Quizás el mayor ejemplo de monstruosidad creado por un problema inventado fue el del Estatuto de Cataluña de 2006. Lo que solo un 6% de la población catalana consideraba relevante o necesario, por mor del entonces presidente de la Generalitat de Cataluña de vestirse con ropajes nacionalistas que tanto rédito había producido al anterior presidente Pujol, desembocó rápidamente en terremoto autonomista en todas las Comunidades de España (nadie quería ser menos) y en el enfrentamiento independentista que hoy sacude la sociedad catalana. ¡Enfrentar a los ciudadanos para sacar nosotros provecho!

Otros casos le van ligeramente a la zaga en cuanto a generar enfrentamiento. Tenemos el caso del vertido del petrolero Prestidge; los engaños sobre el Transvase del Ebro (que han dejado sediento al Levante español y se han perdido 5.000 millones provenientes de Europa para llevarlo a cabo); el sacar a Franco del Valle de los Caídos; la ignominia inquisidora de la llamada Memoria Histórico…; y las Lenguas. El caso de las lenguas propias es escandaloso. Si se piensa que en los años 70 apenas un 5% hablaban euskera en Euskadi y que solo un 45% hablaban catalán en Cataluña, y que ahora, de modo flagante, se pretenda que no se estudie ni se hable español en esas Comunidades, uno se da cuenta de los problemas que artificiosamente crean los políticos en su propio provecho. En alguna comunidad el asunto de las lenguas resulta esperpéntico. Por ejemplo, en Aragón, en la que un navarro ha reunido palabras dispersas por cuatro valles pirenaicos, que alguna vez en siglos pasado hablaron, como mucho dos mil o tres  personas, y tras llamarlo Aragonés, pretenden que lo aprenda de manera obligatoria toda la Comunidad y que se considere la lengua propia de los aragoneses. Pero, claro, cada político busca su nicho, sus dádivas y, si puede, su particular saqueo de las arcas públicas a costa de crear enfrentamientos y daños.

Colapso democrático

Algunas ideologías abogan por provocar directamente un colapso democrático. Tales  ideologías –contrarias a la democracia—tratan, con todos los medios a su alcance, de imponer un sistema totalitario. Una de ellas es el comunismo, y es de  sobras sabido que allí donde se ha impuesto su primera acción es acabar con ella. Fascismo y Nazismo operan en ese aspecto de modo semejante. Pero también otras opciones político-religiosas son enemigas declaradas de la democracia (en términos conceptuales no existe gran diferencia entre una ideología y una religión; la utopía en una y el orden sobrenatural en la otra). Tenemos los claros ejemplos del Grupo Islámico Armado de Argelia (GIA) y los Hermanos Musulmanes en Egipto, que persiguieron ganar “democráticamente” en las urnas para imponer a continuación un Estado Teocrático, un totalitarismo –bajo la Sharia—al modo saudí. Sin embargo, la amenaza totalitaria a que se enfrentan actualmente muchos países hispanos, y España misma, es la del Socialismo del siglo XXI, auspiciada en Venezuela por Chávez, que ha servido de guía a muchos países Latinoamericanos y al grupo Unidas Podemos en España. Su proyecto es acelerar la degeneración democrática hasta que colapse. Así ha sido implementado el socialismo totalitario en Venezuela. Siguen la estrategia de destruir el sistema democrático sometiendo paulatinamente a todos los Poderes del Estado. Aprovechando todos los resquicios legales y utilizando medios ilegales cuando los consideran necesarios, hacen caer en sus manos al poder judicial y al ejército, arrumban la Asamblea Nacional;  inventan nuevas formas de representación que les favorezcan, o simplemente hacen uso del “pucherazo” en las urnas. Tal es el modelo estratégico que sigue de Unidas Podemos en España.

A la sociedad española se le presenta este dilema: o regeneración democrática o colapso.

DOS LIBROS REVELADORES

DOS LIBROS REVELADORES

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Los dos libros hablan de imposturas. Son: Imposturas intelectuales, de los físicos Alan Sokal y Jean Bricmon (2008); y La gran mascarada, del filósofo y periodista francés, Jean-Françoise Revel (2000). ¿Por qué son reveladores? El primero, porque revela cómo mediante un lenguaje deliberadamente engañoso los filósofos del posmodernismo –de cuya ubre se amamanta esa Inquisición que conocemos como Corrección Política—se dedicaron a engatusar incautos, a convencer a bobos y a dar apariencia de profundidad a la mera simpleza. El segundo, porque desenmascara la labor de zapa de los intelectuales de izquierda para, mediante un descarado agitprop de un imaginario peligro fascista, tapar los crímenes del comunismo y resucitarlo. Más que comentarlos, expondré algunos extractos. Vayamos a ellos.

Imposturas intelectuales

Del primero importan tanto la genealogía de los hechos y los motivos como su contenido. En 1996 Alan Sokal,  físico de la Universidad de Nueva York, envió para su publicación un artículo a la revista norteamericana de estudios culturales Social text. Dicho artículo estaba plagado de citas absurdas sobre física y matemáticas tomadas de algunos intelectuales franceses y estadounidenses enrolados en el Posmodernismo. La revista no solo publicó el artículo sino que lo lanzó en una edición especial. Posteriormente, Sokal reveló que se trataba de una parodia, de un engaño. Pero los editores ya habían picado. El artículo se titulaba: “Transgredir las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica”. En él decía  cosas como éstas:

…más recientemente , las críticas feministas y postestructuralistas  han desmitificado el contenido sustantivo de la práctica científica occidental dominante, revelando la ideología de dominación oculta tras la fachada de “objetividad”. De este modo se ha evidenciado cada vez más que la “realidad” física, al igual que la “realidad” social es en el fondo una construcción lingüística y social; que el “conocimiento” científico, lejos de ser objetivo, refleja y codifica las ideologías dominantes y las relaciones de poder…

El ruido que originó la burla entre la intelectualidad de las facultades de humanidades francesas fue tan fuerte que los ataques a Sokal le vinieron agavillados. Como respuesta y defensa, en colaboración con otro físico, Jean Bricmont, escribió el libro Imposturas intelectuales, en donde examina y pone al descubierto los auténticos sinsentidos de muchas de las afirmaciones que proclaman los posmodernistas franceses y americanos.

De la filósofa francesa Luce Irigaray nos muestra estas perlas:

…que la teoría física del flujo turbulento en los fluidos, no está resuelta porque la fluidez es propia de la mujer, siempre marginada por la ciencia, mientras que la teoría de cuerpos sólidos  se encuentra muy desarrollada porque lo sólido se identifica con el rígido órgano masculino.

O esta otra, también suya:

E=mc2 es una ecuación sexuada[1] pues privilegia la velocidad de la luz respecto a otras velocidades no menos importantes.

O aún esta otra:

                La forma de las balas y de los cohetes es como es porque se parece al falo masculino.

Como se ve, la cosa no tiene desperdicio.

Quizás quien salga peor parado sea Lacan, el psicoanalista al que se le suicidaban sus pacientes pero que creó un gran rebaño de adeptos a sus oscuridades; un rebaño que aún está vivo. Lacan no solo hace analogías entre el lenguaje y el psicoanálisis, sino también entre la topología y el psicoanálisis:

…el toro constituye exactamente la estructura del neurótico … En este espacio de goce, tomar algo acotado o cerrado constituye un lugar, y hablar de ello constituye una topología.

O entre la teoría de conjuntos y el psicoanálisis:

En todo caso, ¿qué implica la finitud demostrable de los espacios abiertos capaces de recubrir el espacio acotado y cerrado en el caso del goce sexual? Que dichos espacios puedan tomarse uno a uno –y ya que estoy hablando del otro polo, pongámoslo en femenino—una por una. Es precisamente esto lo que sucede en el espacio del goce sexual, que por ello resulta ser compacto.

O entre el cálculo y el psicoanálisis:

…la vida humana se podría definir como un cálculo en el que el cero sería irracional. … Cuando digo “irracional” no me refiero a cualquier estado emocional insondable, sino precisamente a lo que se denomina un número imaginario.

Con tales perlas y otras varias que Sokal y Bricmont desgranan y ponen de manifiesto el carácter fantasioso de esas “matemáticas” y de esa “psicología” de Lacan. Frases carentes de sentido, misticismo, lenguaje calculado y críptico, fraude, he ahí las artimañas de Lacan –a quien se sigue reverenciando y a quien sigue aún un extenso rebaño. Sakal y Bricmont analizan ese abuso de la ciencia por parte de otros muchos intelectuales, posmodernistas y adeptos al programa fuerte en la sociología de la ciencia. Latour, Jean Baudrillard, Deluze, Guattari, Debray, Lyotar, Khun, Feyerabend y otros muchos promotores  del Posmodernismo y que utilizan a su antojo –sin comprensión de los conceptos que emplean—las teorías científicas para sus propósitos, son pasados por el rodillo analítico de Sokal y Bricmont

Terminan señalando:

Los estudiantes aprenden a repetir y adornar discursos de los que casi no entienden nada. Hasta pueden, con suerte, llegar a ser profesores universitarios sobre esa base, convirtiéndose en expertos en el arte de manipular una jerga erudita. Al fin y al cabo uno de nosotros (Sokal) consiguió, en tan solo tres meses de estudio, dominar suficientemente el lenguaje posmoderno como para publicar un artículo en una prestigiosa revista. … Los discursos deliberadamente oscuros del posmodernismo y la falta de honradez intelectual que generan envenenan una parte de la vida intelectual.

La gran mascarada

Resulta curioso –y también significativo, a poco que se piense—que los partidos liberales europeos (aquellos que por su moderación se posicionan en el centro del espectro político y cuyas ideas son más cercanas al sentido común ciudadano), suelen irrumpir con fuerza y con resultados electorales grandiosos en sus comienzos, erigiéndose en baluarte de los valores democráticos, pero con el tiempo se desmoronan. Así, el partido liberal británico, heredero de los gloriosos whigs, apenas existe; el alemán apenas cosecha unos diputados; en España tuvimos a la UCD, prontamente desaparecida, y ahora tenemos a Ciudadanos, que en su comienzo estuvo a punto de comerse el mundo y hoy recibe la extremaunción; y tenemos el caso de Francia, son Emmanuel Macron a la cabeza, que desde la nada se elevó al poder y que hoy sufre tumbos en las urnas. Parece como si la mesura fuese una mala aliada de la política, como si la razón no tuviese entidad suficiente frente a la visceralidad de los mensajes de otros partidos políticos. Uno puede creer que el centro político se encuentra muy limitado a izquierda y derecha, que enseguida empieza el terreno que otras entidades políticas reivindican, que a poco que una propuesta suya se escore a un lado u otro, encontrará rechazos y abandonos en sus filas.

Bueno, Jean Françoise Revel es un pensador liberal en el sentido dicho: en el sentido emplear la razón en discernir lo justo lo justo de lo injusto, lo perjudicial de lo beneficioso, al culpable del inocente; en el sentido de ofrecer razones que se ciñen a los hechos.

 El libro que es ahora nuestro asunto se escribe cuando ya han pasado diez años desde la caída del Muro y del fracaso estrepitoso del comunismo en todo el mundo. Se acaba de publicar el Libro negro del comunismo, donde se expone con mano firme los más de cien millones de muertes que ese sangriento monstruo ha cometido. Pero tal fracaso y tal museo de los horrores apenas ha hecho mella en socialistas y comunistas franceses, que se han limitado, por lo bajo, a reconocer los crímenes (a regañadientes, después de haberlos negado encarecidamente durante decenios). Sin embargo, no achacan su autoría al comunismo, sino a desviaciones o desvaríos en su aplicación. Para ellos el comunismo sigue manteniendo toda su pureza y todas sus virtudes.

Hay, dice Revel, una campaña de los intelectuales de izquierdas destinada a la justificación póstuma del comunismo, un intento de rehabilitación del marxismo-leninismo, y una sonrojante actitud de negación de que la realidad posea autoridad probatoria. Que todos los regímenes comunistas del mundo hayan sido criminales y hayan llevado a la miseria, no prueba nada. Intelectuales y políticos enrocan el comunismo en la fortaleza de la Utopía, que resulta imposible de objetar, y la dan una apariencia beatífica. En vez de juzgar al comunismo por sus hechos lo juzgan por su presunta candorosa intención. De ese modo lo salvan.

Pero, también –y en esto entra de lleno la actualidad española, que siempre sigue a media distancia a la política de Francia—, la comunistas y socialistas dan alas a la artimaña de publicitar un inexistente peligro fascista con el fin de resucitar el comunismo, único, según ellos, de hacer frente a ese peligro. ¡Como si el yugo comunista fuese más flojo que el fascista!, ¡como si el nazismo y el comunismo no fueran hermanos siameses!, aunque, ¡no!, no se puede comparar el grado de criminalidad del fascismo italiano con el de cualquier régimen comunista! En cualquiera de estos últimos se torturaba y se fusilaba mucho más que en aquel. Sin embargo, los crímenes prescriben si el autor es el comunismo, pero nunca lo hacen si es el fascismo.

De igual modo, para los intelectuales y la clase política, sea ésta del signo que sea, se tiene muy distinta consideración hacia las dictaduras según sean de un signo u otro. A Pinochet se le contabilizan 3.000 muertos y a Fidel Castro 17.000. Pinochet elevó el nivel de renta económico de Chile por encima del de cualquier otro país latinoamericano; Castro ha mantenido a Cuba en la miseria. Pinochet es considerado en todo Occidente la horrible bestia asesina; Castro es recibido con alharacas por políticos de todos los colores. El ex presidente Zapatero le remitió una carta de rendido amor y veneración. La indigencia mental puede producir desvaríos.


[1] Es la ecuación de Einstein que nos relaciona la masa de un cuerpo con la energía potencial que dicho cuerpo almacena.

Esperpentos y credulidad

Navidad

La Navidad perdura como motivo de reunión familiar, de amor y esperanza. Algunos la intentan apartar de su ambiente festivo e intentan borrar sus marcas cristianas. Nos dicen que es un engaño, una excusa para comerciar –como si el comercio fuera la peste. La intentan sustituir por obligaciones colectivas, saltimbanquis y odio al consumismo. La Navidad era perversa y esto otro será el Cielo, dicen. Pero estas semillas nunca han germinado cielos saludables.

El esperpento político

El espectáculo que se ofrece en el parlamento español más que lamentable es esperpéntico. Las mentiras más descaradas, los insultos, la tosquedad, la descortesía, forman el vaho pestilente que sus señorías –de manera mayoritaria—exhalan en sus intervenciones. Ante las preguntas del oponente se esquiva la respuesta o se contesta con un insulto o con un “y tú más”, y generalmente mintiendo. La indigencia mental y la indecencia forman mayoría en el hemiciclo de las Cortes. ¡Y los palmeros!, esos aplaudidores cuya única labor parlamentaria es la de desgañitarse batiendo palmas a todo cuanto diga el jefe de su grupo. Y el rechazo casi unánime y malevolente a la excelencia; basta que una diputada destaque (suelen ser ellas) por sus argumentos y su oratoria para que la agresividad de la Cámara, con los dientes afilados, se le vuelva en contra y para que su propio partido la repruebe (la envidia no se queda en medias tintas).

Abolir

La moralidad ya ha sido abolida; ahora es la monarquía la que se intenta abolir. El proyecto va mucho más lejos. En el caos y la miseria las esperanzas buscan un tirano como el náufrago busca la salvación en un madero. Los mesías hacen fila para ser el elegido.

El don, la gracia y la excelencia

Ahora que la mediocridad ha impuesto por doquier sus fueros y normas y que se desprestigia el merito, me apetece –como buen mediocre y por ir a la contra—nombrar el don, la gracia y la excelencia, con nostalgia aunque brevemente. Hacen referencia esos términos a cualidades o habilidades que alguien posee, pero en su uso cotidiano presentan matices que los diferencias.

Con el “don” se alude a capacidades innatas. “Fulanito tiene un don para las matemáticas; menganito tiene un don para el baile”. Desde la niñez y sin apenas aprendizaje, el don que poseen hace distinguidos a ciertos individuos. La infancia, digo, es el ámbito temporal donde el “don” más resalta.

A la “gracia”, en cambio, se suele llegar por disciplinas y esfuerzos extenuantes, aunque si se tiene un “don” de apoyo el camino se allana mucho. Me refiero a la gracia en su acepción de elegancia y armonía de movimientos; es la “gracia” del cuerpo. Un cuerpo con gracia para ejecutar una acción no parece hacer esfuerzo. Los movimientos surgen fluidos y acompasados, son como pinceladas maestras en un lienzo aéreo. Tirunesh Dibaba, la atleta etíope de larga distancia es un ejemplo de ello. Verla correr los 5.000 metros con la apariencia de una frágil gacela, flotando en el aire de la pista sin que el esfuerzo pinte mácula alguna en su rostro, es ver la gracia en estado puro, transformada en belleza. Nadia Comaneci en los ejercicios gimnásticos o Fred Astaire en el baile son otros buenos ejemplos.

La “excelencia” tiene sus peculiaridades. Señala al que destaca, a aquel o aquellos que se han mostrado superiores compitiendo. En razón de esa competencia puede generar envidia e impotencia en los mediocres, así que no siempre está bien vista. Su campo abarca el de todas las cualidades y habilidades, pudiendo ser excelente en varias: Camilo José Cela era excelente escribiendo y también absorbiendo el agua de una palangana con el ano.

Credulidad

Resulta asombrosa nuestra credulidad. El cristianismo se mantuvo 2.000 años en Europa con el señuelo de un Dios y de un Cielo que  jamás han sido vistos, y con una cohorte de milagros que jamás nadie presenció. Bien es verdad que sus creencias se reforzaban con la amenaza de la hoguera, y que el “ver para creer” del Apóstol Tomás estaba muy mal visto. Hoy en día, la Iglesia del Cambio Climático repite semejante cantinela y los creyentes forman multitudes inmensas. De todas las calamidades que se predicaron en los años ochenta y noventa (la desaparición de los casquetes polares; las ciudades costeras de Europa y Norteamérica anegadas; los desiertos extendiendo su manto de arena por todo el planeta; la desaparición de las islas del Pacífico; las sequías espantosas; los calores insoportables…), aunque el pronóstico era para el nuevo milenio,  no se han cumplido ninguno. Pero la gente sigue convencida de que están a punto de ocurrir. Mientras tanto, nos ofrecen raciones gigantescas de circo y alarmismo, con la niña Greta y el presidente de la ONU en el estrellato. El “ver para creer” está proscrito; hoy impera el “creer para evitar el fin del mundo”. Sin prueba fehaciente alguna, los cristianos creen en un dios trino y los fieles de la nueva Iglesia creen en el cambio climático antropogénico, creen que la mano del hombre es la causante del Calentamiento Global. Unos y otros esperan temblorosos el final de los tiempos, el Apocalipsis final.

Sentimientos y animalidad

En los mejores sentimientos anidan las víboras más venenosas. El amor a los animales, si franquea ciertos límites, puede convertirse en odio a la humanidad. Ha habido toda una orquestación mundial para erradicar la rudeza de los hombres, para sensibilizarlo al extremo de hacerle sentir la muerte de una medusa. Se ha legislado, se han otorgado derechos, se han levantado altares de amor a los animales, y, como consecuencia, se sustituyen niños por mascotas y se evita la relación humana, incluso se detesta.

Por supuesto amor a los animales se nos pide que mutilemos nuestra animalidad. Esa que reclama venganza y crueldad frente al enemigo. Pero la animalidad reprimida se vuelve contra uno mismo y contra lo humano en general. Que nadie se lleve a engaño, Caperucita y el lobo son la misma cosa, forman parte del  individuo, así que suele ser habitual que quienes más se visten de piadosos sean quienes más odien.

De la OMS y otros dislates

El siglo XXI tiene una andadura corta pero que ya infausta y de mal agüero. La califico como de corrosión de los grandes valores. Lo que es aún más grave: aquello que metafóricamente señalábamos como sagrado, adornado de virtudes, merecedor de reverencias, está siendo derruido a pasos agigantados. Las nociones de libertad, democracia, héroe, excelencia…, están siendo socavados por las incursiones de los nuevos bárbaros, situados hasta el día de ayer más allá del limen de la marginalidad. En Chile o en USA, en combate contra la civilización, ya han mostrado su poder destructor; en Venezuela ya dominan, en España están a punto de lograrlo.

También las instituciones se han ido corrompiendo hasta dejar de ser lo que se pretendía que fueran. El escándalo protagonizado por los altos cargos de Oxfam en Haití tras el terremoto que asoló el país en 2010 es un buen ejemplo de ello:  habían montado una especie de serrallo para sus fiestas sexuales mientras a su alrededor la población moría de hambre. La misma ONU no se ha quedado atrás en lo que a indignidad se refiere con su gran circo mediático de la Cumbre del Cambio Climático, con la niña Greta Thunberg en plan monstruo cirquense o en plan Juana de Arco con visiones celestiales, al tiempo que el derroche de dinero (a la cumbre madrileña acudieron 40.000 invitados) se convertía en gigantesco despilfarro. O la incluso mayor indignidad que protagonizaron las Naciones Unidas al alentar con propaganda a su cargo a las mujeres alemanas para que usaran la hijab al estilo islámico  https://youtu.be/I7al2ixd5hw Esa misma ONU empapada de funcionarios inútiles provenientes de los sobrantes de los partidos políticos de cada país, pero que disfrutan de sueldos estratosféricos, esa ONU, digo, está infestando, más que sanando, las relaciones internacionales. El año pasado sin ir más lejos se nombró a la Venezuela bolivariana miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El martes pasado han sido nombradas Cuba, China y Rusia. ¿Qué derechos humanos se defenderán?

Pero me quiero referir más extensamente a otra institución, la OMS, la Organización Mundial de la Salud. En primer lugar, el presidente de la OMS, Tedros Adhanom, exfuncionario del régimen comunista de Etiopía y marxista declarado. Es conocido que su presidencia se la debe a China. Entre otras lindezas de este señor, nombró al sanguinario dictador africano Robert Mugabe embajador de buena voluntad de la ONU en el mundo.

En fin, en Enero desoyó la advertencia de Taiwán de que en China había una pandemia que podía extenderse a todo el mundo. No fue hasta el diez de Marzo que la OMS declaró la pandemia, cuando ya estaba desatada en China, Italia, España y una buena parte de Asia.

La investigación en Wuhan no pasó de ser un tímido intento de justificar que hacía algo  y no tuvo ningún resultado, pues no fue permitida la investigación por el gobierno, pero no por ello la OMS le hizo recriminación alguna.

Pero donde la OMS ha pecado no solo de ineficiencia sino de criminal obcecación en su ignorancia e inacción ha sido con la falta de información científicamente constatada de cómo actuaba el virus. Su glorioso comienzo fue el no darse por enterado de que la pandemia ya estaba desatada, y a ese comienzo siguió el titubeo y la tardanza acerca de recomendar el uso de mascarillas; pero lo más grave de su actuación vino después. Una información tan elemental para combatir los contagios como la de saber cuánto vive el virus en diferentes superficies y a diferentes temperaturas fue publicada por la revista científica inglesa a comienzos de abril y el día diez de ese mes el doctor Gaona la ofreció al público de habla hispana  https://youtu.be/yMMFg5-R9UE en un video de su programa La reunión secreta, pero la OMS no se hizo eco de ella hasta casi un mes después y el gobierno español todavía no sabe en qué consiste. Poco después el virólogo italiano Andrea Crisante contradice el tratamiento que la OMS recomienda y asegura que ha sido la causa del alto número de muertos.

De igual modo, a finales de abril el doctor Gaona publicó en su canal de Youtube un estudio de científicos norteamericanos que demostraba que el virus se expandía en sobre los aerosoles hasta una distancia de diez metros;  sin embargo, la OMS ha seguido obcecada con la idea de que el único modo de transmisión del virus era por “pequeñas gotitas” que no llegaban más allá de metro y medio de distancia.

El 5 de junio en el canal del doctor Gaona se habló de los datos de un experimento norteamericano acerca de la incidencia de la radiación solar sobre el virus. La OMS lo ignoró. https://www.youtube.com/watch?v=fkHUlGw8lXY  En este video del mismo canal nombrado https://www.youtube.com/watch?v=o5w87SkwABk&feature=youtu.be se pone énfasis en el peligro de los sitios cerrados. La OMS siguió ignorando dicha información.  En el mes de septiembre el doctor Gaona entrevistó al científico José Luis Jiménez, que trabaja en la Universidad de Colorado, quien aseguró que el 75% de los contagios se producía por aerosoles. La OMS ha seguido obstinada con teoría de la “pequeña gotita” hasta bien entrado el mes de octubre, cuando 240 científicos de todo el mundo y más de mil médicos arremetieron contra la OMS en una carta abierta que pedía que revisasen sus recomendaciones. https://elpais.com/ciencia/2020-10-08/cerrar-parques-y-abrir-bares-es-un-desastre-la-gran-mayoria-de-los-contagios-es-en-interiores.html

Si a esa ineptitud y negligencia de la OMS le sumamos el esperpéntico manejo de la pandemia que ha hecho el gobierno de España, ¿alguien se puede extrañar que hayamos alcanzado la mayor tasa de contagios del mundo, la mayor tasa de muertos del mundo, que la caída de nuestro PIB sea el mayor del mundo?, eso sí, teniendo en cuenta que hemos sufrido las mayores restricciones de movilidad del mundo.

Así que, uno se pregunta, ¿para qué queremos ese despilfarro de burócratas desbarajustadamente bien pagados que es la OMS, si un simple canal de Youtube, La reunión secreta, ha dado informaciones mucho más fidedignas, sus pronósticos han sido mucho más acertados, su conocimiento sobre el virus y sus formas de transmisión han sido mucho más veraces y avanzados que los de la OMS?.

Pensamientos

  • Las nuevas generaciones no se han percatado que la vida tiene a la sangre, al sudor y a las lágrimas como ingredientes principales.
  • Los humanos son seres gregarios que desean destacar por encima de los demás y tienen miedo
  • Vemos la realidad del mundo a través de los anteojos de nuestras creencias.
  • Los asuntos de quienes reclaman demasiados derechos acaban saliendo torcidos.
  • El gran Confucio dejó dicho que la serenidad es solo la corteza del árbol de la sabiduría, pero que sirve para preservar ésta. ¡Serenidad!, El Dorado de quienes poseen un espíritu agitado.
  • Las gentes han cambiado el confesionario por el diván del psicoanalista. El diván resulta mucho más caro, pero, ¿resulta más eficaz?
  • Konrad Adenauer, el canciller del milagro alemán nos advirtió: En política solo hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido. Cayetana Álvarez de Toledo debió de prevenirse leyéndolo.
  • Basta la agitación que produce un sueño para que toda nuestra actividad intelectiva y sentimental diurna dé un vuelco. El ser humano es una nave movida por los vientos del azar. De la solidez de su casco y del manejo del capitán depende que la nave recobre su rumbo.
  • Los franceses guillotinaron a su rey y a parte de la nobleza; también Cromwell hizo ejecutar al rey de Inglaterra; en España, en donde hemos tenido los peores reyes de Europa, apenas si los enviamos al destierro. Quizá, a pesar de todo lo que dicen de nosotros, somos demasiado civilizados.
  • ¿Qué es un filósofo? Algunos creen que es aquel que enrevesa de tal forma un dictamen que nadie se siente capaz o con ánimos de refutarlo.
  • Amo la filosofía y me irrita ver que dos tipos de filósofos siguen teniendo renombre: los que cultivan las vaguedades y los que confunden lo oscuro con lo profundo. Los dos tipos, usualmente, labran los mismos campos y comen en el mismo pesebre
  • La metáfora es el lenguaje del pensamiento y en la comunicación es el arte supremo para cercar la verdad y presentarla debelada al oyente.
  • En la vergüenza expresamos nuestras ansias de aparentar. En la compasión, el temor a estar nosotros en el lugar del compadecido.
  • Para que surgiera el homo sapiens fue necesario que la materia, la atmósfera, el clima y la geografía de los terremotos mostrasen ciertas singularidades en ciertos periodos de tiempo. A esa conspiración debemos nuestra existencia
  • Las utopías anarquistas, comunistas, socialistas coinciden en considerar que con abolir del mundo todo lo que no les gusta (todo aquello que ellos se muestran incapaces de alcanzar), la sociedad se arreglaría por sí sola. Eliminar todo cuanto les molesta y el mundo quedaría limpio, claro y cristalino: las gentes, los hechos, los asuntos, las circunstancias discurrirían a la medida de sus deseos, plácida y felizmente.
  • El horror hacia la pena de muerte es una suerte de compasión. Lo origina el temor a la reciprocidad de situaciones. El sujeto teme que en el futuro, en mágica reciprocidad, el condenado sea él; así que al defender la abolición se defiende su vida de los percances que puede acarrear el futuro.
  • La moda siempre es extremada, extravagante y novedosa, lo cual no quiere decir que tenga alguna relación con la belleza.
  • Escritor es sinónimo de ególatra.
  • Todo individuo que se cree superior siente desprecio hacia quienes cree inferiores. Es una ley de nuestra naturaleza.
  • Todo individuo pequeño siente envidia hacia los grandes.
  • El organismo sabe que no hay esencia, que somos eslabones autopropulsados a sobrevivir y reproducirnos, y que un signo de que vamos bien por ese camino es el sentir bienestar. Cuando el organismo percibe que marcha por el buen camino, produce bienestar en la conciencia del ser humano. Esa es la guía que nos tiende.
  • La manera más eficaz de imponer el Igualitarismo es imponer primeramente y por doquier la mediocridad en los puestos de la Administración, en las enseñanzas medias, en la Universidad etc. Que la designación de puestos sea a dedo.  
  • La derecha cree justificar su elevado estatus social y político por el mérito que aportan al bien común creando puestos de trabajo, pero lo cierto es que suele ser un mérito raquítico el que aportan para tan gran desnivel que muestran.
  • QUÉ ES EL HOMBRE: Sus sentimientos, deseos, instintos, pensamientos, pero también sus esperanzas, sus anhelos, sus miedos, sus creencias… Los filósofos han olvidado todo esto, y cuando hablan del hombre hablan de cosas etéreas
  • Todo fanatismo se basa en esas premisas: cuanto más fuerte es el odio y el resentimiento, más seguro está el fanático de que su causa es justa. El odio enseguida hace aflorar creencias que lo justifican.

La Democracia ha muerto, ¡Viva la Democracia!

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Ya lo advertí en mi post del 26 de enero, La Revolución ha llegado. Hoy, tras cuatro meses de confinamiento por la pandemia de coronavirus, todos los resortes de poder democrático están cautivos. El poder judicial se encuentra retenido y coaccionado; la fiscalía está amordazada y gobernada por el brazo del PSOE, representado por quien en cualquier país democrático de solera hubiera sido apartada del cargo y encausada, la fiscal-jefe y ex ministra de justicia, Lola Delgado, tres veces reprobada en el Congreso. Los medios televisivos han sido comprados con dinero contante y sonante por el gobierno y con cientos de millones en propaganda institucional. Las redes sociales están siendo controladas y censuradas.  La Guardia Civil y el Ejército están siendo desmantelados y purgados. Todas las instituciones han sido penetradas por los políticos en el poder. El Congreso está ausente y los congresistas confinados en sus casas. El gobierno compra los votos de los representantes de algunas Comunidades Autónomas a cambio de dádivas; dádivas hacia el País Vasco, hacia Cataluña, hacia Cantabria, hacia un diputado de Teruel Existe, y ahora promete nuevas dádivas al partido Ciudadanos que tantas ilusiones había despertado en Cataluña y en toda España. Se compran votos con la ley del Ingreso Mínimo y se seguirán comprando mediante mil fórmulas ilegítimas que el gobierno declarará legales. Cuando llegue la hora de las próximas elecciones—si es que llega—las nuevas leyes electorales permitirán que los partidos del gobierno den un pucherazo que les posibilite mantenerse indefinidamente en el poder. La función ya lleva orquestándose tres años, primero como gobierno en funciones y ahora con las leyes del confinamiento. Decretos-Ley “paridos” por el Consejo de Ministros sin discusión parlamentaria que bogan por dar un golpe de Estado que parezca legal. La mentira, la ignominia, la falsedad más escandalosa, son lanzadas cada día por el gobierno como verdades irrefutables que vienen refrendadas por las sumisas cadenas de televisión. No hay mentira, locura, iniquidad, abuso de poder, que no haya cometido ya este gobierno. La ley recién aprobada por el Consejo de Ministros –para eso sirven las prórrogas de confinamiento— , de Defensa de Protección a la Infancia, boga en la misma dirección. El Estado arrebata la patria potestad a los padres y amenaza con vigilar a las familias y a las redes sociales y penalizar todo “radicalismo”, es decir, todo cuanto no guste al gobierno y no forme parte de lo Políticamente Correcto. Los partidos se han convertido en sectas dedicadas al lucro y al poder. Nadie se atreve a discrepar de las opiniones de los jefes de filas, auténticos capos mafiosos que no dudarían en aniquilar políticamente a los discrepantes. Solo los extremos mantienen sus principios. Podemos, cuya pretensión es instalar un régimen neocomunista al estilo de Cuba o Venezuela, y VOX, partido de derechas que se mantiene aún impoluto pero que es atacado como si fuera la encarnación del diablo. El PSOE ha sido desmantelado y rehecho a imagen de ese psicópata sin cerebro que es Pedro Sánchez, cuya única finalidad es el poder, manejado por el otro mucho más inteligente psicópata y que sabe lo que quiere, Pablo Iglesias. Las huestes de agresivos jóvenes descerebrados clamando por imponer la locura y la mediocridad. El Estado de Sitio ha funcionado. La separación y equilibrio de poderes democráticos han sido derruidos. Locke y Montesquieu han sido enterrados de nuevo. La democracia está dando sus últimos estertores. Estamos llegando a Venezuela.

Historia de España. Fake News y Leyenda Negra

leyenda negra

En cualquier país de Europa se honra a los héroes del pasado con estatuas y monumentos y en algunos lugares con magníficos santuarios donde se les conmemora y se les rinde homenaje por su obra. En España, haciendo bueno el dicho con el que nos popularizamos turísticamente, “Spain is different”, no se les contempla con buenos ojos. (Al menos por una parte de la población, empeñada en destruir valores y en ejecutar revanchas; pero esto es otra historia, volvamos al meollo del asunto)

El caso es que la atrabiliaria fama que achacan a nuestro carácter y a nuestra historia los europeos es asumida por una buena parte de nosotros, los españoles. No hay nada que conmemorar—decimos—y sí mucho de lo que abominar y arrepentirse. (Lo cual es extraordinariamente nocivo para el orgullo patrio, y psicológicamente genera un poso de resentimiento, vergüenza  y malestar; pero ésta es otra historia, volvamos al meollo del asunto).

La mala fama de España germinó en la conciencia de ingleses y holandeses cuando éramos cabeza de un gran imperio y adalides del catolicismo. Temían tanto el poder español que lanzaron a los cuatro vientos la Leyenda Negra de España, que dibujaba el territorio ibérico subyugado por la Santa Inquisición, esparció el escándalo de un supuesto genocidio de nativos americanos, y, por último, lo completaron con un tono burlesco para referirse a una supuesta derrota inmensa de la Armada Invencible a manos de los ingleses. Vendieron tan bien esta mala fama que hasta los españoles nos la creímos.

Pero una vez revisada la historia, se ha demostrado que la única mala fama que nos corresponde es la de no haber sabido vendernos bien, contrariamente a lo bien que se venden siempre ingleses y franceses. Porque la Leyenda Negra con que nos tildan no contiene otra cosa que Fake News o Bulos.

En primer lugar, las actuaciones de la Inquisición española están documentadas y sus condenas apenas superaron las 3.000 durante varios siglos, presentando el tribunal mayores garantías que los tribunales ordinarios. En cambio, la Inquisición alemana quemó 50.000 supuestas brujas en unos pocos años. (Las posesiones de las brujas pasaban a manos del obispo). ¡Qué decir de Francia, donde la institución nació!  La herejía albigense fue pasada a cuchillo: 15.000 muertos; la Noche de San Bartolomé (24 de agosto de 1572) fueron ajusticiados en París 3.000 hugonotes; a lo cual hay que añadir otros 4.000 contabilizados en distintas épocas y varias matanzas y expulsiones de judíos. Henry Kamen, en La Inquisición Española: Mito e Historia, nos ofrece más datos de la acción inquisitoria: Suiza: 10.000 ajusticiados; Escandinavia: 5.000. ¿Inglaterra?: sangrientos pogromos contra los judíos después de la Peste Negra; persecuciones contra los católicos con gran número de muertes, no contabilizadas; persecución contra los puritanos posteriormente…

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El segundo gran bulo: el genocidio de indios en América. De esto ya he escrito con suficiente amplitud en la entrada Simplismo Ideológico II, (viruela) así como en la entrada anterior a ésta. Baste añadir que los indios[1] estaban exentos de la acción de la Inquisición; que Jerónimo, el héroe indio contra las matanzas que llevaban a cabo los norteamericanos hablaba español; que la Florida española era un refugio para los esclavos que huían de os británicos; y, por último, las palabras de Erasmus Dawin, abuelo de Charles Darwin, acerca de la acción de la corona española en América:

«En mis viajes por el inabarcable imperio español he quedado admirado de como los españoles tratan a los indios, como a semejantes, incluso formando familias mestizas y creando para ellas hospitales y universidades, he conocido alcaldes y obispos indígenas y hasta militares, lo que redunda en la paz social, bienestar y felicidad general que ya quisiéramos para nosotros en los territorios que con tanto esfuerzo, les vamos arrebatando. Parece que las nieblas londinenses nos nublan el corazón y el entendimiento, mientras que la claridad de la soleada España le hace ver y oír mejor a Dios. Sus señorías deberían considerar la política de despoblación y exterminio ya que a todas luces la fe y la inteligencia española están construyendo, no como nosotros un imperio de muerte, sino una sociedad civilizada que finalmente que finalmente terminará por imponerse como por mandato divino. España es la sabia Grecia, la imperial Roma, Inglaterra el corsario turco.»

El tercer gran Bulo: la derrota de la Armada Invencible y el triunfo de la Contra-armada inglesa.

La supuesta derrota de la Gran Armada española (1588), a la que los ingleses siempre se refieren burlonamente como la Armada Invencible, supone el culmen de los logros de Isabel I de Inglaterra. La victoria naval de Inglaterra convirtió en iconos a Sir Francis Drake y sobre todo a la misma Isabel I, la Reina Virgen. Pero la historiadora Lucy Worsley, en un documental de la BBC titulado Royal History’s Biggest Fibs ofrece otra versión muy distinta. Según esto, la historiografía británica en este asunto es un auténtico fake news, y que el auténtico fracaso no fue el de la Gran Armada española sino el de la Contra Armada enviada por Isabel I en 1589 contra España.

Las dos primeras mayores pérdidas de la Armada se las produjo ella misma. Una colisión dentro de la flota española permitió a Francis Drake capturar una de las naves dañadas, El Rosario. Eso hizo que prodigaran las baladas populares británicas, que se hiciesen cuadros conmemorativos, que se inventasen anécdotas del poder inglés, que se organizase una gran procesión por Londres, conocida como el desfile de la victoria, y que quedase en la imaginería popular el gran triunfo inglés sobre la poderosa España.

La realidad fue otra: Por un lado, que la Armada tuvo que emprender su regreso a España a causa de los temporales y que 22 barcos se hundieron en tormentas a lo largo de la costa de Escocia y de Irlanda. No fue ni la reina ni sus naves las que suministraron el golpe decisivo a la Armada Española, fue el tiempo. Por otro lado, que la reina no tenía dinero para pagar a los marineros de su armada y que a finales de 1588 más de la mitad de ellos habían muerto de enfermedades y hambre.

Pero siguió otro bulo mayor que el de la Armada Invencible, el de la Contra Armada. En 1589, Sir Francis Drake lanzó un ataque contra España. Sus órdenes eran que destruyera todo lo que quedaba de la flota española, que invadiera Portugal, que entonces pertenecía a España, y que pusiera a un rey portugués en el trono. Y esta sí que fue un absoluto fracaso[2].  Más de 20.000 hombres, más de las cuatro quintas partes de la expedición, perdieron la vida en la empresa. Lo cual se ocultó o tapó mediante el engrandecimiento de una supuesta victoria sobre la Gran Armada española que no tuvo lugar.

En fin, se ha de concluir que los ingleses han sabido crear un orgullo nacional a costa de bulos y tapando las realidades adversas, mientras que los españoles aprendimos muy pronto a lanzar piedras contra nuestro propio tejado, y en eso seguimos.

 

 

 

 

 

 

[1] Javier Esparza: La guerra de los virus

También sobre esto hay estudios incontestables. Desde muy pronto se pensó en la viruela; se cree que la introdujo en América un esclavo negro de Pánfilo de Narvaéz, hacia 1520, y se sabe que hizo estragos en Tenochtitlán. Cuando Pizarro llegó al Perú, encontró que la población estaba diezmada por la viruela mucho antes de que ningún español hubiera asomado por allí la nariz: el virus había viajado por selvas y cordilleras a través de los animales. Estudios posteriores, como el del doctor Francisco Guerra, señalan sobre todo a la gripe porcina, la llamada “influenza suina”, como causante de la mortandad indígena a principios del XVI. El hecho es que los indígenas americanos, que habían vivido siempre aislados del resto del mundo, recibieron de repente y en muy pocos años el impacto combinado de todos los agentes patógenos difundidos por los buques europeos, sus cargamentos, sus animales, sus pasajeros. Un investigador de la Universidad de Nueva York, Dean Snow, precisa que la gran mortandad no tuvo lugar en el siglo XVI, sino después, cuando empezaron a llegar niños, es decir: tosferina, escarlatina, paperas, sarampión; fue letal. Del mismo modo que los primeros establecimientos españoles en América fueron diezmado por las fiebres, así también los indios, en gigantescas proporciones, fueron diezmados por los virus. Virus que sus cuerpos desconocían y que no pudieron resistir. ¿Recordamos algún caso más reciente? Entre los años 1918 y 1919, la llamada “gripe española” causó la muerte de más de treinta millones de personas en todo el mundo. Lo de América no fue inusual.

Los estudios de los últimos treinta años son prácticamente unánimes: hubo ciertamente altas cifras de mortandad entre las poblaciones amerindias, pero las cifras se reparten por igual entre los indios aliados de los españoles y entre sus enemigos, y aún más, las cifras de mortandad entre los propios españoles son, proporcionalmente, más elevadas aún que las de los nativos. Es decir que la mortandad es cierta, pero no el genocidio.

Hoy ningún investigador serio discute que la causa principal de la mortandad entre nativos y entre españoles fueron los virus: los indígenas cayeron a mansalva bajo el efecto de enfermedades que los españoles llevaron consigo y que en aquel mundo eran desconocidas, mientras que los españoles quedaban aniquilados por enfermedades tropicales –malaria, dengue, leishmaniasis, tripanosomiasis, etc.- que no sabían cómo tratar. Ya hemos citado el caso del Perú: cuando llega Pizarro, la población del imperio inca lleva varios años soportando los efectos de una dura epidemia de viruela mucho antes de que ningún español hubiera asomado por allí el morrión. Otro dato: cuando Hernando de Soto se encuentra con la misteriosa Dama de Cofitachequi, en la actual Carolina del Sur, lo que halla a su alrededor es un poblado convertido en necrópolis por el efecto de las enfermedades. La llegada a las Indias de los primeros niños europeos, con su carga de varicelas, sarampiones, paperas y demás, fue más letal que cualquier ejército. Mientras tanto, las expediciones de Bobadilla, Ovando y Pedrarias, por ejemplo, contabilizaban hasta un 50 por ciento de bajas mortales apenas dos meses después de haber desembarcado, los de Pizarro caían fulminados por infecciones, etc. Los avances de la Medicina en el último medio siglo han permitido explicar numerosos episodios de este género. Es asombroso que aún hoy tantos historiadores sigan renuentes a introducir el factor médico en sus narraciones de la conquista.

De manera que hubo, sí, una mortalidad mayúscula de indios en América, pero no fue un genocidio. Un genocidio requiere que haya voluntad de exterminio. Eso no pasó en la América española. Pasará después en la América anglosajona, que sí ejecutó proyectos de exterminio deliberado de la población indígena. Esa misma América anglosajona que ahora maldice a Colón y los españoles.

 

[2] El año pasado el historiador Luis Gorrochategui –autor del libro Contra Armada. La mayor catástrofe naval de la historia de Inglaterra, publicado por el Ministerio de Defensa y en inglés por Bloomsbury– defendió en el primer congreso internacional La Armada Española de 1588 y la Contra Armada Inglesa de 1589que la reina de Inglaterra había perdido su particular guerra contra Felipe II. Afirmó que toda la versión oficial inglesa era completamente falsa. De proa a popa. Y que, además, se ocultaba que la Contra Armada británica fue un desastre absoluto con miles de muertos en mar y tierra. La BBC, a raíz de esa polémica, encargó el reportaje que forma parte de una miniserie de tres capítulos sobre falsedades históricas. Su conclusión es que el relato oficial de lo ocurrido con la Armada Invencible fue “un poderoso legado que fue manipulado por monarcas, artistas y políticos [británicos] durante siglos”.

 

Historia de España (III)

 

cortes de León

DE REYES, UNIONES Y DESCUBRIMIENTOS

El sistema parlamentario que se estableció en primer lugar en Europa no estuvo en Inglaterra ni en Italia ni Islandia ni en Flandes, sino en el Reino de León. Alfonso IX lo presidió en 1188. En las Cortes de León estaban representados tres estamentos, el clero, la nobleza y los comunes, esto es, los representantes de las ciudades del reino. No fue hasta el año 1250 que en Castilla, en las Cortes de Sevilla, se convoca como representantes a los “hombres buenos” de cada ciudad.

El sistema feudal tuvo en la España medieval –ocupada en la Reconquista—poco arraigo; tan solo en los condados de la Marca Hispánica, por su relación con el sur de Francia, se puede hablar, con limitaciones, de sistema feudal. Tampoco, de nuevo con la excepción de esos condados, tuvieron lugar en España   rebeliones sociales de importancia ni herejías de renombre.

Alrededor de 1460 la Casa de Trastámara reinaba en Castilla y León, en la Corona de Aragón, en Navarra y Nápoles. Mucha consanguineidad, pero, en fin, tantos primos y primas reinando pronosticaba una pronta fusión de reinos, lo cual era excepción en la Europa de la época. La Casa de Trastámara, que provenía de la baja nobleza gallega, se instaló en Castilla mediante una cruenta pelea de gallos, o quizás debería decir de machos alfa. Los dos gallos eran el rey castellano, Pedro I el Cruel, también llamado el Justiciero, y su hermano bastardo, al que se conocería después como Enrique II de Trastámara. Pedro I, rey entre 1350 y 1369, era un macho alfa en toda regla. Tres pasiones lo dominaron: guerrear cada año aquí y allá contra quien fuese (principalmente contra el Reino de Valencia, integrado en la corona de Aragón; tratando de arrebatarle ciudades y castillos); en segundo lugar, matar a nobles y familiares a mansalva por un “quítame allá esas pajas”; y en tercer lugar, fornicar con una variada colección de amantes.

Total, que un día se tropezaron rey y bastardo hermano en una tienda de campaña y se lanzaron como locos a hincarse el puñal. Pedro estaba encima, a punto de rematar a Enrique, cuando un caballero francés al servicio de éste lo sujetó y lo hizo caer, momento que aprovechó Enrique para clavarle el acero. Las palabras que pronunció el caballero, Beltrán Duguesclin, aún se recuerdan: “No quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor”.

Ya he dicho que la cosa pintaba bien. Al morir Martín I, rey de la Corona de Aragón, sin descendencia, se eligió como sucesor al infante castellano Fernando de Trastámara (que sería conocido como Fernando de Antequera) en el llamado Compromiso de Caspe. Eso sí con la oposición de algunos condados catalanes. Su nieto, Fernando el Católico, se desposó con Isabel de Castilla y se fusionaron los dos reinos (aunque a punto estuvo de no ocurrir).

fernando de antequera

La recreación de la antigua Hispania alcanzó tal inmediato auge que se convirtió muy pronto en imperio. Se conquista Granada a los musulmanes, el Norte de África, las Islas Canarias, se anexiona sin oposición notable el reino de Navarra, el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, derrota repetidamente a los franceses y a sus aliados por toda Europa, y el reino de Nápoles se mantiene ligado a España. Recordemos que Fernando el Católico (junto a César Borgia, de casta aragonesa) sirvió a Maquiavelo para dibujar las virtudes del Príncipe. Pero, ante todo, en el Haber de los Reyes Católicos figura con letras de oro el Descubrimiento de América.

reyes católicos

Hay gentes –que de todo tiene que haber—que desdeñan la importancia del hecho, e incluso lo maldicen. Hemos sabido los españoles vender tan mal las hazañas propias  y tan mal reconocer los propios logros, que, en buena medida, nuestras inveteradas rencillas  provienen de la falta de orgullo como nación que nos ha sido vendida. Cualquier país europeo se enardece con su pasado glorioso, aquí el enardecimiento es negativo, produce maldiciones o espanto. Ya se verá a qué es debido tanto resentimiento.

Pero, en fin, para exponer los la grandeza de los hechos voy a utilizar las palabras de un buen libro, Historia del Imperio Español, de Pedro Fernández Barbadillo, de la Editorial Almuzara.

Recogiendo las palabras de Gustavo Bueno, el autor subraya que España «se replicaba a sí misma donde se establecía», como hizo Roma, lo que la convierte en un Imperio «generador», tan diferente al estilo «depredador» de sus rivales europeos contemporáneos, lo que dio lugar a un inmenso mestizaje y al alumbramiento de una cultura específica y autóctona que ha perdurado hasta hoy.
¿Qué debe América a España, y al revés? Barbadillo consagra a ambas cuestiones sus respectivos capítulos, y no duda en aseverar, con una pizca de humor, que «si hubiese manera de valorar todas las aportaciones dejadas por España (…) el saldo superaría en mucho al oro y la plata extraídos por el Imperio», que la leyenda negra considera una rapiña. No se trató solo de la religión, la lengua, las universidades («las salamancas», las denomina, para ensalzar su calidad académica, homologable a la europea, y su rápida extensión), la civilización, el sentimiento de unidad del continente… También algo que suele pasar más desapercibido: el desarrollo urbanístico. En 1573 ya hubo un Plan de Ordenamiento Urbano de las Indias, tan bien ejecutado que «las ciudades americanas (…) fueron mucho más cuidadas y hasta saludables que las de la España peninsular y el resto de Europa». Y, sin embargo, a aquéllas les faltaba algo que todas éstas tenían: las murallas, salvo en el caso de enclaves atacados por piratas o, en Chile, por los araucanos. El resto del territorio gozó de algo desconocido en el Viejo Continente: una paz y un desarrollo sostenidos.


La primera campaña mundial de vacunación, la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela, que se inició cuando la corbeta María Pita partió de La Coruña en 1803. La colonización con familias canarias de la inmensa y vacía Texas para defenderla de apaches, comanches y franceses. Los matrimonios mixtos; las leyes para la defensa de los nativos; la lengua y la cultura; las escuelas…

Compárese con la situación de los indios en las colonias inglesas de Norteamérica: el genocidio planificado; compárese con el sometimiento de pueblos que los aztecas practicaban, con un salvajismo inaudito, cincuenta mil sacrificios humanos al año. En realidad Hernán Cortés pudo derrotar a los aztecas gracias a que se incorporaron a sus filas miles de guerreros tlaxcaltecas, que habían sido las presas favoritas de los primeros. Y otro tanto puede decirse de la conquista del Imperio Inca por Pizarro.

Que la viruela y otras enfermedades que llevaron los soldados españoles provocaran una mortandad espantosa entre los nativos, es cosa que achacar al infortunio. Pero que algunos victimistas profesionales  aleguen que solo fue un expolio es cosa que clama al Cielo. Seguramente querrían los tales seguir viviendo en la selva sin escritura ni rueda. Tales son los mismos o similares a quienes defendían la URSS desde ricas urbanizaciones europeas o americanas; o los que ahora defienden a la Cuba castrista o a la Venezuela de Maduro, pero desde la distancia, protegidos en España con sus millones en el banco y sus cuantiosas propiedades. Se trata de la impostura de hacerse ricos a costa de alabar la pobreza, o de alabar escenarios que ellos no pisarían por nada del mundo; se trata también de generar sentimientos de injusticia para que le alaben a uno como a un santo.