- Hoy se cría a los hijos de manera que crezcan sin contratiempos; incluso se atiende a satisfacer todos sus deseos. Así se les hipersensibiliza ante los problemas y ante los disgustos, y por esa misma razón se les incapacita para afrontar los problemas de la vida real.
- Tras de muchos años de verter basura sobre nuestros cerebros, las televisiones privadas dispensan ahora doctorados de chismorreo y farándula. Aseguran que son los títulos que más nombre social otorgan. Pilar Rahola los ha obtenido ya ambos.
- Las utopías son atrayentes porque sugieren con la fuerza de una promesa un ámbito de futura felicidad. Por eso la utopía es presentada siempre borrosa, para que cada cual le ponga la máscara más agradable. Cuando el castillo enemigo ha sido debelado y la utopía ha entrado triunfante y desvela su verdadero rostro, lo que el utópico imaginaba paraísos son cárceles, y lo que imaginaba felicidad se hace duelo y tormento.
- Es extrañísimo el horror hacia la pena de muerte. El horror que sienten algunos deriva del temor a la posibilidad de que le sea aplicada a él en el futuro. Un día de estos lo explicaré más extensamente.
- Me duelen los retratos de tiempos pasados con gente próxima, conocida, sentida. Esas amarillentas fotos sacan a relucir tiempos idos, acordes añejos, edades perdidas, amigos, amantes, amores sin retorno, acabados, muertos. Su visión me acongoja porque refleja su amarillo sepia en mi rostro. Esos retratos antiguos me rompen el alma en pedazos.
- En el hermoso español, ‘contar’ no solo significa referir o relatar, así como calcular las unidades de una cosa, sino que también tiene el significado de añadir sucesivamente una unidad a una cifra previa. Para que le entre el sueño, al niño se le cuenta un cuento; para el mismo menester, el adulto cuenta ovejas. Borges resalta lo maravilloso del título Las Mil y Una Noches, un libro de exótico y sensual encanto en el que la bella Sherezade relata a Aladino y a Simbad y miles de otros enlazados cuentos. El título Las Mil Noches da idea de finitud, pero Mil y Una Noches nos sugieren lo inconmensurable. Se me ocurre una locución que también evoca inmensidades: “Contar en un desierto de arena”. En las profundas noches del desierto, junto a una fogata y bajo una luna llena abriendo ilimitados horizontes, contar un cuento trae sabor a eternidad. También el inmenso silencio de esas noches propicia el embelesamiento de contar uno a uno los granos de arena, es decir, de contemplar absorto la cara de Dios.
- Protocolo psicológico del revolucionario. A) En primer lugar hay una creencia que ha hecho nido en él. No sabe bien cuándo ni por qué ni las razones en que la creencia se funda, pero le sirve de guía para considerar lo que es justo y lo que no lo es. También le guía para el fin de establecer la consideración de quién es su amigo y quién es su enemigo. No posee más argumentos ni bases éticas ni tan siquiera razones, pero conoce a su enemigo y cree conocer lo justo y lo injusto. B) Ante lo injusto responde con indignación, odio y resentimiento, y se lanza contra la supuesta injusticia sin preguntarse si es tal, o a qué escenario le conducirá su acción justiciera. C) De esa manera y sin más miramientos, el revolucionario, sin entendimiento alguno de la situación real pero cargado de odio, se lanza a destruir sin pensar qué construir después ni si se podrá.
- A veces me pregunto si no se precisa un cierto grado de inconsciencia de la realidad para ser feliz, aunque solo sea provisionalmente.
- Del altruismo he hablado ya largo y tendido, pero hay un tipo de altruismo que no es otra cosa que el intelecto puesto al servicio del engaño.
- Un gran paso hacia adelante fue que la derecha política española se homologase con la europea. Es una gran salto hacia atrás que la izquierda política española se homologue a la izquierda venezolana de Chávez y Maduro.
Moral y Deseo 
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Estoy de acuerdo en todos tus puntos, sobre todo el nº 5, que no entiendo como la gente puede poner por las redes ciertas fotografías, como bien dices, a muchos de ellos, dejarlos en paz.
Referente a tu punto 7, creo que en muchas ocasiones es problema de juventud, cuando se madura, se cambia de idea. No siempre.
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Sí, es bueno dejar al pasado atrás, o al menos no vivir pendiente de él. Tienes razón al decir que el problema de las revoluciones sin causa es la falta de madurez y experiencia. El inmaduro se distingue porque no atina a ver las consecuencias de sus actos. En todo caso, en una revolución se trata de verter odio acumulado.
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Muy bueno y esigiendo una segunda lectura y reflexión
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Gracias Rafael. Sí, son puntos arduos y abreviarlos es ya suficientemente complicado.
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No voy a cambiarte ni una coma de lo que afirmas en tus profundas reflexiones. Solo añadiré sobre el punto 10 que si la izquierda se volviese razonable desaparecería y dado el nivel intelectual del votante de izquierda en España, la única alternativa del PSOE para sobrevivir es seguir su instinto básico y tirarse al monte. El problema es que el monte ya ha sido ocupado por las huestes de Iglesias.
Es lo que tiene ser de izquierdas.
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Claro, el PSOE, como tú dices, ha estado enseñando a sus bases a tirarse al monte, pero luego las sujetaba cuando entraba al poder, así que esos muchachos hacen lo que se les ha enseñado, ¡a la revolución!, ¡a destruir todo!, ¡luego ya se reconstruirá solo!, ¡Y más ahora, que tienen un pastor, el Iglesias ese!
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Esas fotos tienen el encanto de épocas vividas por nosotros, o por los otros. No conozco donde las suben,que puedan ofender…¨[Comentario)
Creo necesario la inconsciencia de la realidad,como dices tú para ser feliz provisionalmente
Mientras protegen a los hijos,algunos Inconscientemente, y otros por temor de que se vean enfrentados a éste mundo cada vez más difícil, los niños viven sin saberse defender.
Me parecen espléndidas tus virutas de entendimiento, para leer varias veces y reflexionar.
Yo no puedo desasirme del pasado.
Un abrazo desde éste tórrido Montevideo.
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Gracias Stella. Un abrazo desde este inestable vórtice que es ahora España.
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