• El sentimiento de agravio que sufre el individuo al sentir a los demás, social o económicamente, por encima de uno mismo, causa en él envidia y resentimiento, pasiones malsanas pero que son el germen de los derechos y de la democracia.
• Las creencias que tenemos nos suministran los criterios y los sentimientos para juzgar el mundo.
• Quien carece de dudas y se obstina en ello, posee claramente un carácter totalitario: él se halla en posesión de la verdad y todo el mundo se equivoca o actúa de mala fe. Sin embargo, quien no posee verdad alguna para ningún hecho, quien tiene la duda asentada en su conciencia, o es un pensador (que es una de las peores especies de hombres existentes), o es una res que con seguir al pastor ya está contenta.
• Cuando los franceses se enteraron que los ingleses tenían su Carta de Derechos y que el Parlamento inglés tenía sujetos a sus reyes por el cogote, hicieron la Revolución francesa. Quienes les contaron a los gabachos todas esas ventajas que tenían los ingleses fueron Locke, Montesquieu y Voltaire.
• Luego llegó Robespierre, amante de la paz y enemigo de la pena de muerte, que declaró la guerra a media Europa e hizo guillotinar a media Francia.
• Cuando los franceses se hartaron de la revolución y deseaban muy mayoritariamente que retornase el rey, Napoleón concretó un golpe y se hizo con la República como antes se había hecho Robespierre. Así acabó la Revolución.
• Los primeros cristianos predicaban el amor y la igualdad entre todos los hombres. Cuando alcanzaron el poder con Constantino y sus sucesores, pasaron a predicar el odio contra los paganos y la obediencia ciega a las jerarquías eclesiásticas. Cuando uno cambia de posición cambia de perspectiva.
• Dijo el sabio Epicuro que no hay que tener miedo a la muerte: mientras vivimos, la muerte no existe, y cuando viene, nosotros ya no estamos.
• Aviso a los pusilánimes: Los judíos tienen el siguiente dicho: «Espera sentado en la puerta de tu casa y verás pasar con el tiempo el cadáver de tu enemigo». Pero la verdad es que con la pusilanimidad que pretéritamente tenían los judíos no les fueron muy bien las cosas. Ningún pueblo ha sufrido las masacres que ellos han sufrido a lo largo de la historia.
• Convendría que algún gobernante que peca reiteradamente de pusilánime se aplicase el cuento.
• Los reyes y emperadores europeos se dedicaron durante buena parte de los siglos XVIII y XIX al deporte de declararse la guerra y causar cientos de miles de muertos. El Zar no quería estar por debajo del emperador austriaco ni éste por debajo de la reina de Inglaterra. Cuestión de machitos. Los marxistas siguen creyendo que todo ha sido una lucha de clases. Siempre hay ciegos.
• El igualitarismo, en la enseñanza (que nadie sepa más que nadie, era el estribillo de los pedagogos de la LOGSE) o en la economía conduce inexorablemente a ser todos analfabetos o a ser todos pobres. Los más capaces imitarían a los más lerdos, porque ¿quién iba a crear riqueza o se iba a esforzar más que se esfuerza el más inútil o el más bigardo si tales acciones no le producen beneficio, si su riqueza se reparte entre los que apenas aportan? Ahora bien, en una tribu primitiva o en una comuna hippie en donde lo económico se limite a la subsistencia, es ideal el igualitarismo.
Archivos Mensuales: agosto 2014
De la vida
• Si eres más sabio o más inteligente que los que te rodean o más rico, y si quieres su amistad, no alardees de ello, ni siquiera lo nombres, pues la envidia y el resentimiento hará que te quedes solo.
• La atracción de Pedro Navaja es lo canallesco. En el fondo, todos querríamos ser canallas, pero no valemos para ello.
• Si uno sabe qué está buscando es mucho más fácil que lo encuentre. Esto vale para buscar un calcetín, una fórmula matemática o una justificación a nuestros actos o a nuestras creencias. Lo perverso de buscar de ese modo es que solemos hacer trampas para encontrarlo.
• No es que los súbditos del emperador Hegel o del emperador Heidegger lo vean desnudo y callen, sino que ven su traje turbio y sucio y algunos incluso lo ven lleno de roturas y remiendos, pero enseguida actúa en ellos la imaginación del siervo impotente que se apresura a ponerle oropeles sobre el fraude de su cuerpo. Vitorean lo que es oscuro y no entienden, por no parecer tontos.
• La moral católica defendía antaño un orden y una organización social que reducían a los hombres a ser meros siervos de los jerarcas eclesiásticos y de la aristocracia. Los luteranos y los calvinistas procuraban por la comunidad y se guarnecían y resolvían sus asuntos en ella. Además, estimulaban la laboriosidad y la responsabilidad individual. De esa diferencia de criterios y comportamientos deriva el que en los países católicos sea norma el rechazo a las jerarquías y a la desigualdad económica y la negación a pechar con la responsabilidad de los propios actos. Donde imperaron Lutero y Calvino no sucede esto. ¿Es extraño que la crisis económica se cebe en los países donde imperó el catolicismo?
• Europa es un enfermo de buenismo y abundancia. También la estupidez gangrena sus carnes.
• Dicen los físicos que resulta imposible percibir la realidad inalterada. El observador la perturba en su intento de medirla o de aprehenderla. De ahí que resulte fatuo hablar de verdad en sentido absoluto –tal como los filósofos pretenden–, pues ante cualquier asunto nos presentamos con creencias, prejuicios e impresiones inevitables que retuercen la verdad para acomodarla a nuestro gusto.
• La multiculturalidad y la mezcla de etnias está logrando que la historia de héroes y de orgullos nacionales tenga los días contados. Sólo algunos charnegos se sienten orgullosos de la historia de los mercenarios normados en las huestes catalanas.
• Los grupos poseídos por mayores pasiones acaban imponiéndose siempre a los más numerosos y pusilánimes. Así se impusieron los nazis en Alemania o los bolcheviques en Rusia. Hoy en día, los apasionados ecologistas, los animalistas, las feministas…, imponen sus criterios morales y sus prohibiciones.
• El hombre de acción, el hombre que primero siente, luego actúa y pocas veces piensa en las consecuencias de sus actos, resulta ser el triunfador: el delincuente, el héroe. Alejandro Magno.
• Hoy en día se menosprecia el valor de la moral en la dirección e idiosincrasia de los pueblos.
Breves con sabor ácido
• Los humanos son seres gregarios que desean destacar por encima de los demás y tienen miedo
• Vemos la realidad del mundo a través de los anteojos de nuestras creencias.
• Los asuntos de los hombres que reclaman demasiados derechos acaban saliendo torcidos.
• Los franceses guillotinaron a su rey y a parte de su nobleza; también Cromwell hizo guillotinar al rey de Inglaterra; en España, en donde hemos tenido los peores reyes de Europa, apenas si lo enviamos al destierro. Quizá, a pesar de todo lo que dicen de nosotros, somos demasiado civilizados.
• ¿Qué es un filósofo? Aquel que es capaz de enrevesar de tal forma un dictamen que nadie se siente capaz o con ánimos de refutarlo.
• Paradojas de nuestra naturaleza gregaria: Francia, donde se asentaron los galos, los francos, normandos, britones y vascos, en donde se hablaron múltiples lenguas y se desarrollaron múltiples culturas, sorprendentemente, debe su unidad y su orgullo como nación a un corso que con sus guerras dejó diezmada a la población.
• La metáfora es el lenguaje del pensamiento, y en la comunicación es el arte supremo para cercar la verdad y presentarla debelada al que escucha.
• En la vergüenza expresamos nuestras ansias de aparentar. En la compasión, el temor a estar nosotros en el lugar del compadecido.
• Para que surgiera el hombre fue necesario que la materia, la atmósfera, el clima y la geografía de los terremotos lograran producir ciertas singularidades en ciertos periodos. A esa conspiración debemos nuestra existencia.
Pequeños confites de estupideces sacras (VII)
El caso Zapatero III
En sus muchos años metido en la burbuja doctrinaria socialista, Rodríguez Zapatero, aunque entendiese solo cinco céntimos de las ideologías decimonónicas del partido, se embebió de dos características del socialismo de aquella época: el maniqueísmo de categorizar la realidad política en dos grupos antagónicos, «nosotros», la izquierda, los «buenos», y «ellos», el enemigo a batir, la derecha, los «malos»; y un carácter redentor, un querer redimir a la humanidad de unas supuestas cadenas que les oprimen.
La denominada Alianza de Civilizaciones obedece a este último propósito. En realidad, una boutade de Zapatero que más que a ese carácter redentor obedeció a las ansias suyas de aparecer encumbrado a los ojos del mundo. En realidad, tal proyecto responde a una iniciativa iraní que quedó relegada en un cajón de las Naciones Unidas. Pero el Presidente Rodríguez Zapatero la presentó algún tiempo después en su Asamblea General. Las adhesión más importante al citado proyecto (a la citada boutade suya) vino por parte de Turquía, a quien le servía de vehículo para su intento de formar parte de la Unión Europea; pero el que a España le interesase un ápice no se ve por ninguna parte.
La cultura democrática turca es escasa, y su respeto de los derechos de las minorías ha sido nulo. En 1922 Turquía expulsó a la minoría griega ortodoxa de Anatolia, donde habían vivido los últimos 2500 años; masacró a la población armenia desde 1925 a 1923; invadió la isla de Chipre en 1974; y ha perseguido y privado de libertad política a los kurdos. Erdogan, el gran amigo de Zapatero en el proyecto, está islamizando el país a marchas forzadas, y pretende ejercer el poder absoluto mediante la opción de llegar a presidente de la República al tiempo que sigue siendo su Primer Ministro. Como se ve, las afinidades de Turquía con la Europa democrática y de los derechos no tienen por donde cogerse. Pero eso no desanimó a la altanería y simpleza de nuestro presidente. Debía satisfacer su megalomanía, la absurda creencia de que estaba destinado para algo grande, ¿tal vez hundir España a lo grande?
Ese desconocer las consecuencias de sus acciones y propósitos nos costó caro, pero podría habernos salido aún mucho más oneroso. Porque, ¿qué consecuencias habría tenido para la población europea el tener 75 millones de turcos con posibilidad de instalarse en la más rica Europa? Un agravamiento de las condiciones de paro; un fortalecimiento de los grupos islámicos enfrentados a los autóctonos; una disolución de la cultura europea; en fin, una fuente de problemas y conflictos. Pero Zapatero: a lo grande.
Y el maniqueísmo de considerar al PP como enemigo y negarle el pan y el agua: canales televisivos para los «nuestros» al tiempo que se trata de cerrar la COPE; la ley de Memoria Histórica dirigida a enfrentar a los españoles; la instrumentalización partidista de la Justicia y de los Medios; la ocupación política de la Universidad, de los Institutos Educativos etc.
Bien, creo que ya es hora de acabar con Zapatero, el calor de agosto así lo aconseja. No obstante, invito al lector a incluir alguna más ―no mencionada en estos tres escritos― en este compendio de simplezas.
Buen verano a todos los lectores