Ingeniería social

En el 324 a.C. Alejandro Magno desposó a dos princesas persas e hizo casar a 10.000 soldados griegos, oficiales y generales, con mujeres de ese país. El suceso se conoce como Las bodas de Susa, y tuvo la intención de ser una obra de ingeniería social.  

Alejandro poseía ese grado de endiosamiento que ha conducido a algunos hombres a querer modelar al mundo y a sus gentes de acuerdo con su deseo. Hablo del deseo de un hombre que se cree poco menos que un dios.  Alejandro pretendió mezclar las razas y las culturas del mundo bajo su dominio, pero, en aras a explicar sus ansias de conquista, esa razón es subsidiaria de sus ansias de gloria. Como buen griego, el ansia de gloria era su aspiración más elevada. Debajo de su almohada siempre había una Ilíada y en ella un Aquiles a quien admirar y emular.

Alejandro Bifronte, Hitler y Lenin, son tres ejemplos magníficos de este tipo de hombres dominados por el deseo de gloria y poder. En nombre del comunismo, de la raza, la tribu o el imperio, hacen de las gentes un juguete para sus designios, y los manejan hacia la destrucción y el padecimiento.  Se consideran a sí mismos mesías redentores de la humanidad, ¡que el cielo nos aleje de ellos! Lo cierto es que Alejandro fue el primer gran promotor de ingeniería social de la Historia. Pero ha habido otros muchos.

El 17 de julio de 1945, pocas semanas después de la rendición de Alemania, se reunieron en la ciudad de Postdam los líderes de las principales potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Con el supuesto fin de evitar mezclas de lenguas, culturas y sentimientos nacionalistas que pudieran conducir a odios y enfrentamientos futuros en la Europa Central –esto es, con intención contraria a la mostrada por Alejandro—, Churchill, Stalin y Truman ordenaron el mayor desplazamiento de masas de población que se había producido nunca.

La URSS se engrandeció hacia el oeste avanzando 300 km. y engullendo una tercera parte de Polonia. Los polacos y ucranianos que vivían ancestralmente en esa zona, tuvieron que emigrar a la nueva Polonia y a Ucrania. Lo que había sido la Prusia Oriental (parte de Alemania), se repartió entre Polonia, Ucrania y Bielorrusia, y sus habitantes fueron deportados a la nueva Alemania. A Polonia le asignaron un territorio que se adentraba 150 Km en el interior de Alemania, así que todos los alemanes que vivían dentro de la nueva frontera polaca fueron instalados en la Alemania ocupada por los Aliados. En total se produjeron 18 millones de desplazamientos, en condiciones de miseria[1]. Todo ello con el propósito, repito, de evitar mezclas sociales que pudieran generar odios nacionalistas[2]. Fue todo un plan de ingeniería social a gran escala que añadió sufrimiento al sufrimiento padecido por la guerra, pero tuvo bastante éxito en sus propósitos.

Un proyecto que fue criminal fue el que llevaron a cabo los Jemeres Rojos en Camboya bajo el liderazgo del comunista Pol Pot. Trasladaron a varios millones de personas desde las ciudades al campo porque allí se iba a instalar el novedoso paraíso comunista. El asunto terminó con dos millones de muertos: todos aquellos que no mostraban fe irredenta  en el modelo comunista-campesino camboyano.

Hoy en día se está llevando a cabo un proyecto de ingeniería social de un tamaño que puede resultar ser muchísimo mayor que los expuestos, pero que tiene un propósito adverso al que se conformó en la conferencia de Postdam. Con la excepción de Soros, a quien se conoce por promover el aborto en medio mundo, financiar a las LGTBI, y dar apoyo a la emigración musulmana hacia Europa, pocos  otros nombres se conocen, aunque se sabe que el proyecto lo alienta y patrocina la ONU y el Consejo de Europa (digamos, más exactamente, los altos funcionarios de esos organismos)

Este proyecto mundial de ingeniería social se suele vincular con un pretendido Nuevo Orden Mundial que llevaría en su programa una globalización cultural, económica y moral. En fin, el propósito de esta ingeniería social presenta semejanzas con el propósito de mezcla de culturas y razas que animó a Alejandro. Al menos eso es lo que manifiestan los hechos, porque las intenciones nunca son claras.

Algunos de estos hechos son que la ONU, y en otro modo el magnate Soros, patrocinan en todo el mundo políticas en favor de la ideología de género, políticas proabortistas, la liquidación de la familia tradicional, quitar el rol de la educación y la patria potestad a los padres, el confraternizar con países con graves déficits democráticos y de libertades, como Cuba, Irán, Venezuela (recientemente ha entrado en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU), mientras se ataca con saña a otros países que respetan escrupulosamente esos derechos y libertades, y, crear un alarmismo medioambiental extraordinario con el llamado Cambio Climático…  Y, sobre todo, alentar una emigración sin aparentes limitaciones desde África a Europa y desde Latinoamérica a EEUU.

Tal plan de globalización y de migración, sin precedentes en magnitud a lo largo de la historia, parece ser un calco de la agenda del socialismo del siglo XXI[i]. El plan resulta sospechoso por paradójico: sus políticas incentivan la baja natalidad en Europa mientras que niegan programa educativo alguno para disminuir el drama de la alta natalidad –que conduce a la miseria y al éxodo—en África, en donde  en algunos países como Nigeria llega a ser de más de siete hijos por pareja. A cambio de esa falta de interés por reducir la ratio demográfica de África, se favorece la emigración hacia Europa.

Mi opinión personal es que tales políticas migratorias representan un gran peligro para Europa. Veamos: la mayoría de los inmigrantes son musulmanes y, como ya se ha puesto más que de manifiesto en Alemania o en Francia, la convivencia multicultural ha sido un absoluto fracaso. Los jóvenes venidos se radicalizan en el Islam y se convierten en enemigos de Occidente y de sus libertades. Un crecimiento de la población musulmana, tal como está ya ocurriendo en países como Holanda y Suecia, es una fuente de conflictos y causa con seguridad la rotura de la convivencia. Además existe la amenaza, tal como algunos islamistas radicales proclaman, que en caso de alcanzar la mayoría en algunas regiones europeas[ii], impondrán la Sariah[iii], es decir, acabarán con los derechos y las libertades.

Pero junto a esos planes de ingeniería social de la ONU que tanto jalea la izquierda, figura en su programa (con especial relevancia) el alarmismo –hasta el grado de convertirse en chirigota—que  se está desarrollando para la concienciación de la población mediante el miedo y el garrote en la lucha por ese misterio que es el Cambio Climático; y otro tanto con la llamada Ideología de Género. Es decir, además de programas de ingeniería social imponen un dogmatismo característico de la Edad Media en temas como estos señalados o en otros como en la Educación. Cada día la ONU se parece más a una Iglesia.


[1] Se dio la circunstancia de que una buena parte de los ucranianos desplazados y de los ucranianos y rusos prisioneros de los alemanes se negaron a volver a la URSS de Stalin. Quienes no consiguieron quedarse fueron enviados al Gulag nada más llegar a la patria comunista, pues Stalin se había hecho con las listas de sus nombres.

[2] Los odios no nacen de la convivencia de culturas sino de ideologías nacionalistas interesadas –como se palpa actualmente en Cataluña—o por credos religiosos que pretenden imponer su supremacía y su dictado de odio. Es decir, nacen por ideologías de odio.


[i] Convivencia multicultural, ideología de género, políticas de protección medioambientales, leyes de protección animal, propulsión al igualitarismo económico, combatir la familia tradicional, atacar el individualismo, imponer la colectividad, hacer desaparecer los valores tradicionales, atacar el cristianismo y defender al Islam…

[ii] Declara el líder de los Verdes de Alemania que espera con ilusión que en Europa sea mayoritaria la población musulmana. Su estupidez me recuerda a la de los intelectuales franceses que defendían la URSS con uñas y dientes. Me parecería correcto que al alemán le dieran doble ración de islamismo travistiéndole de mujer y obligándole a vivir una temporada en Arabia Saudí o en Afganistán, y de manera semejante deberían haber hecho con aquellos intelectuales franceses de los que hablo, llevarlos a vivir a Moscú con Stalin presidiendo la URSS.

[iii] Sería verdaderamente trágico que la democracia y la libertad de pensamiento y palabra conseguida en Occidente tras de muchos siglos de lucha contra el dogmatismo religioso, se fuera al traste en nuestros días gracias a los planes de ingeniería social de la ONU y al odio y a la ceguera de una parte de la izquierda.

El Retorno del Dogmatismo

 

El poder tiránico y el fanatismo ideológico o religioso suelen ir de la mano. Juntos, han desatado buena parte de los males que han jalonado la historia humana. Hay muchos tipos de pensamiento, lógico, mágico…, el pensamiento al que me refiero ahora es dogmático. Bajo su égida tiránica, su credo es dogma para todos, es verdad incontestable y revelada.  Para velar por el acatamiento al dogma los cristianos tuvieron al Santo Oficio, los comunistas crearon los Gulags y ejercieron los fusilamientos.

El dogma parecía ser cosa del pasado –no así en los países islámicos, Cuba y Corea del Norte—pero ha retornado con fuerza a Occidente. El modo en que el llamado Cambio Climático  antropogénico se impone en los medios de comunicación, en las Universidades y en los centros de investigación científica es altamente dogmático. No solo se anuncia como verdad inamovible sino que se exige el acatamiento a su dictado. Y se exige con la virulencia inquisidora con que se exigía en tiempos pretéritos.

Voy a exponer brevemente tres de los más execrables hechos  de cuantos han jalonado nuestro caminar histórico  han sido la Cruzada de los Niños, el Proceso a Galileo, y los hechos que se refieren al Asunto Lysenko.  Recordémoslos.

cruzada niños

Primero: En 1212, cerca de 20.000 niños siguen a quien dice haber recibido de Jesucristo el mandato de liberar Jerusalén. Esperan que, milagrosamente, el Mediterráneo se abra a su paso. Más de la mitad mueren de hambre en el camino, otros desertan; unos dos mil embarcan en Cerdeña y en Alejandría son vendidos como esclavos a los serrallos sarracenos.

galileo

Segundo: En 1633 Galileo es forzado a presentarse delante del Santo Oficio de la Inquisición para retractarse de su apoyo a la teoría heliocéntrica o copernicana. Galileo hubo de abjurar de sus afirmaciones científicas, siendo confinado en su casa durante los cinco años siguientes.

lysenko

Tercero: En Febrero de 1935, Trofim Denisovich Lisenko, un oscuro biólogo, ataca a los genetistas soviéticos porque “con sus teorías importadas de Occidente están destruyendo la agricultura soviética”, palabras que impactaron en Stalin. Haciendo uso del engaño de conseguir una nueva biología dialéctica y comunista, consiguió llegar a ser presidente de la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas, y, durante tres décadas controló las investigaciones biológicas y la agricultura, llevando a un desastre tras otro;  ordenó la destrucción de todos los libros basados en genética mendeliana y llevó a cabo una sangrienta purga de científicos. El conocimiento de la biología desapareció en la URSS, pero ninguna evidencia en contra podía hacer frente al fervor ideológico de quien alegaba que: “La teoría mendeliana de la herencia es falsa por ser reaccionaria y metafísica, y niega los principios fundamentales del materialismo dialéctico”.

En que tuvieran lugar las Cruzadas jugaron factores tales como los juegos de poder de la realeza europea y el papado, los fanatismos religiosos, y  la intención de desprenderse del exceso de población existente, dado el nulo comercio que había y el alto grado de delincuencia, sobre todo, de caballeros segundones. El proceso a Galileo es recordado por representar el dogma frente a la libertad de pensamiento; en aquel caso, el dogma promulgado por la Iglesia Católica, de cuyos representantes salía la verdad indiscutible. El caso Lynsenko sigue siendo ejemplo de la opresión contra la libertad y la razón a que conducen una ideología y un Estado totalitarios como fueron el comunismo y la URSS.

Unos pocos días atrás pudimos ver un abominable espectáculo ofrecido y patrocinado por la ONU a las televisiones de todo el mundo. Una niña de 16 años, Greta Thunberg,  con síndrome de Asperger y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), lanzando acusaciones contra el mundo por  haber perdido su infancia, y apocalípticos mensajes sobre el extinciones masivas y otros cataclismos universales debidos al CO2. Parece como si el Dios de la naturaleza le hubiera hablado y encargado de lanzar una Cruzada contra el demonio del Cambio Climático. Al día siguiente vimos (aquí en España) decenas de miles de niños –muchos  de los cuales no han alcanzado aún la pubertad—clamando por embarcarse en la nueva Cruzada por el Cambio Climático.

 

Véase la claridad mental de Greta Thunberg cuando no tiene los papeles delante.

https://twitter.com/i/status/1177845092289261568

La Iglesia luterana sueca afirma que Greta es la sucesora de Jesucristo en nuestro tiempo.

 

Sin entrar ahora en la verdad o en el fraude que  encierra esa espiral de locura y dogmatismo, esa nueva religión llamada Cambio Climático,  el hecho evidente es que, tal como ocurrió con Galileo, tal como hizo el comunismo de la URSS de la mano de Lysenko, los defensores de la existencia del Cambio Climático tratan por todos los medios a su alcance de impedir la libertad de expresión a todo discrepante y lanzan amenazas contra todo aquel que se aparte del dogma del clima, a la vez que ejercen represalias contra cualquier científico que no esté de acuerdo. Es una lucha religiosa que condena al ostracismo al científico heterodoxo, que impide el debate y la circulación de ideas, y que es una brutal amenaza contra el progreso, la libertad y los derechos.

En la imposición de ese dogma trabajan actores muy diversos: El secretario norteamericano de Estado con Obama John F. Kerry, fue uno de los primeros alarmistas, ya nos amenazaba alarmantemente con estas palabras: “Los científicos suponen que el Ártico va a estar libre de hielo en 2013”. La revista Science, entregada, como Nature, a la alarma en cuanto al cambio climático, pregonó que “El presupuesto necesario para el clima es más importante que la Democracia”. Pero otros no se contentan con alarmar y crear miedo injustificado en la población (en otra entrada expondré a qué intereses se debe la locura alarmista del clima), sino que reprimen sin compasión al hereje. Peter Ridd es físico y era profesor de la Universidad James Cook en Australia hasta que lo expulsaron por contradecir el dogma de que los arrecifes de corales estuvieran muriendo debido al Cambio Climático (afortunadamente ganó el juicio). A Patrick Moore, ex presidente y cofundador de Greenpeace no le han perdonado que “El Cambio Climático es una de las mayores estafas de la historia”, tampoco a John Coleman, creador de Weather Channel, también disidente y que elevó el grado de fraude del Cambio Climático al mayor jamás habido. Otras amenazas y alarmismos son aún más preocupantes: el senador demócrata estadounidense Sheldon Whitehouse declara: “Cualquiera que se atreva a negar el Calentamiento Global debería ser enjuiciado y encarcelado”.

La coacción contra el heterodoxo no es menor que la que ejercía la Inquisición, y se basa en el miedo. Es la política religiosa del dogma y el miedo a contravenirlo. En el video siguiente se muestra a una científica del clima declarar ante una comisión del senado norteamericano el miedo que atenaza a los investigadores ante el hecho de decir algo que ponga en cuestión el dogma del clima.

 

https://youtu.be/wYlUrj4Ngpc

 

Se trata de una represión de las libertades de magnitud global, una Inquisición mundial en toda regla dirigida y manejada por la ONU, y que no tiene nada que envidiar al Santo Oficio en su acción represora y en introducir una creencia ciega en las gentes. Y no tiene nada que envidiar a la que condenó a Galileo o al régimen de miedo que, entre los biólogos, instituyó Lysenko en la URSS, y que trata de fanatizar a los jóvenes y hacerles acatar el dogma del clima, cuyas oscuras pretensiones se ocultan. El dogmatismo ha vuelto con fuerza y con la intención de acabar con libertades y debates. La nueva Iglesia del cambio climático se ha instituido. Con la ONU haciendo las veces del Papa y el Intergovermental Panel on Climate Change (IPCC) haciendo de Santo Oficio de la Inquisición. También hoy en día los juegos de poder, los intereses económicos y los fanatismos ideológicos, son los principales factores de para que se haya desatado esta Cruzada contra el Cambio Climático. El CO2 no pasa de ser un mero símbolo.

Defender hoy la libertad de pensamiento y palabra es la labor más urgente que debe ocuparnos.