
231 ¡Qué bisoño es quien imagina que mostrar espíritu e inteligencia es un medio para ganarse el aprecio en sociedad!
232 Entre hombres, como amigos, son los más tontos e ignorantes los más apreciados y buscados, y entre las mujeres, las más feas. … Cualquier tipo de superioridad espiritual tiene la propiedad de aislar.
234 Saber unir la cortesía con el orgullo es una obra de arte. … Después de una meditación seria y de mucho reflexionar, cada cual tiene que obrar lo más conforme posible con su propio carácter.
236 Quien quiera que su juicio merezca crédito, tiene que expresarlo con frialdad y sin pasión. … No debemos caer en la tentación de alabarnos a nosotros mismos.
237 tenemos que considerar secretos todos nuestros asuntos personales. … Es más aconsejable mostrar cordura por lo que se calla que por lo que se dice. Lo primero es cosa de prudencia; lo segundo, de la vanidad.
238 La prudencia recomienda que entre nuestro pensamiento y nuestra palabra se abra siempre una sima suficientemente ancha.
239 La gente suele ser bastante indiferente con respecto a las verdades generales, pero no en lo que respecta a las individuales. … Algunos refranes árabes:
«Lo que no quieras que sepa tu enemigo no se lo digas a tu amigo»; Si callo mi secreto, él es mi prisionero; si lo revelo me convierto yo en el suyo»; «La tranquilidad es el fruto que pende del árbol del silencio».
240 Dejar entrever cólera u odio en gestos o palabras es inútil, es peligroso, es necio, es ridículo, es vulgar. … Sólo los animales de sangre fría son venenosos.
241 Tres grandes poderes existen en el mundo: prudencia, fuerza y azar.
243 El destino baraja las cartas y nosotros jugamos.