- Los más pasionales, los más aguerridos, los que más odian, son siempre la vanguardia de cualquier movimiento. Primeramente arrastran a los indecisos; más tarde, a los pusilánimes.
- ¿Qué pretenden los hombres de las mujeres y viceversa? Qué busca la mujer en el hombre: seguridad; qué busca el hombre en la mujer: belleza; qué admira la mujer en el hombre: la fuerza; qué admira el hombre en la mujer: la dulzura; qué busca la mujer fuera del matrimonio: pasión; qué busca el hombre fuera del matrimonio: sexo; qué reprocha la mujer al hombre en el matrimonio: no ser el ideal buscado; qué reprocha el hombre a la mujer en el matrimonio: que se pase el día reprochando; qué pretende la mujer del hombre: que se someta a su voluntad; qué pretende el hombre de la mujer: que sea el descanso del guerrero.
- Cuando la realidad es penosa la ilusión de otra realidad crece.
- La necesidad de esperanza nos hace receptivos a cualquier ilusión.
- Un ánimo emocionalmente alterado es un manantial de ilusiones.
- La oscuridad se ha convertido en la atmósfera lumínica de la filosofía; el éter es su escenario.
- Las creencias nos proporcionan: certezas, conveniencias, previsiones, sentimientos, prejuicios, criterios y perspectivas.
- Uno siempre busca justificarse a sí mismo, incluso negar la responsabilidad de sus propios actos; pero en épocas de zozobra, de futuro incierto, de inseguridad, uno busca un enemigo a quien hacer culpable de todo lo que a uno le pasa.
- El resentimiento es un flujo prolongado de impotencia.
- Rousseau amaba la idea de humanidad, pero odiaba a la humanidad.
- El sentimiento de injusticia que padecen algunas gentes es tan enorme que son capaces de poner sus vidas en peligro por una causa que creen que acabará con la injusticia.
- Cuanto más fuerte es el odio y el resentimiento que mueven al fanático, más se convence de estar en posesión de la verdad y de que su causa es justa.
- ¡Qué ingenuos somos los hombres! Dicen los biólogos que en casi todas las especies son las hembras las que eligen. Los machos se engalanan de colores y plumas, despiden aromas seductores o se presentan con todo tipo de cantos y espectáculos de danza.
Nuestra amiga Julie Sopetran dice muy claramente: «el tiempos e crisis ¡abrázame!» quizás es eso lo que nos falta, en nuestras relaciones, calor humano.
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Seguramente, un abrazo, M. J.
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