
DESENGANCHADOS DE SU NATURALEZA SOCIAL
Desde que el ser humano caminó por las planicies de la civilización, amarró su conciencia a creencias y entidades que le proporcionaban seguridad física y equilibrio mental para vivir en el mundo: la familia, el clan, los hijos, la ciudad, la religión…
Algunos jóvenes de las nuevas generaciones se han desenganchado del agarre religioso, del agarre de la nación, del clan, incluso de la familia, y, a cambio, se les ofrece se hombre, mujer o gamba. ¿Es extraño que estén tan desquiciados, que hayan adquirido tan enfermiza sensibilidad, que se hundan ante cualquier conflicto, que no sepan qué buscan ni hacia donde van?

FÍSICA Y METAFÍSICA
Contrariamente a lo que piensan algunos de los que ejercen labores filosóficas, la investigación científica requiere un muy alto grado de capacidades especulativas. En la elaboración de una hipótesis o en la construcción de una ecuación se necesita aplicar un inmenso caudal de intuiciones con las que especular, con las que dar forma y significado a lo que solo es una forma grosera, difusa y ambigua. En cuanto al asunto de la especulación, no aparecen diferencias de calado entre el manejo de la hipótesis física y la metafísica.
Pero la hipótesis física tiene su momento crucial —su muerte o supervivencia— cuando se enfrenta al experimento para su refutación o confirmación, momento del que carece la metafísica. Cuando el experimento asiente, la hipótesis o la ecuación son realzadas, adquieren nuevo valor y se convierten en base de nuevas especulaciones lanzadas en pos de nuevos horizontes.
De ese modo, la física y otras ciencias avanzan y caminan en línea recta hacia nuevos panoramas y hacia nuevos hitos cada vez más lejanos. Con tropiezos y desvíos inesperados, pero siempre acumulando saberes y siempre penetrando más y más en la epidermis de la realidad.
La metafísica, en cambio, se mueve siempre en círculos o en elipses de escasa excentricidad sin conseguir nunca resolver ni escapar del problema en que se enfrasca. El centro de esos círculos, el Ser, se revela siempre indescifrable, y las potencias especulativas revolotean a su alrededor sin vislumbrar su apariencia o su significado. Ahora bien, tengo que decir que no se puede dudar de lo enriquecedor que resulta para el espíritu tal revoloteo.

LA NUBE
Da que pensar la ‘utilidad’ de Microsoft conocida como ‘La Nube’. Que una porción no pequeña de tus esfuerzos, de tus opiniones, de tus saberes, de tus creaciones y tus sueños; que una buena porción de tu intimidad palpite virtualmente en una nube virtual, y quede expuesta a los ‘ojos’ de los ‘afinadores’ de la IA, de Microsoft, de la acción controladora de cualquier sistema de poder, incluso de cualquiera que se maneje habilidosamente con la telemática; digo que produce grima, sometimiento e insignificancia. Aunque, oculta en toda labor creativa, palpita la esperanza de que alguna aguda mirada desvelará el brillo atesorado, el resultado de estar expuesto en la nube suele ser la enajenación fraudulenta de tu intimidad y no el descubrimiento de tu brillo. Uno elabora, como un buen gusano virtual, su propio capullo en espera de que surja la crisálida del reconocimiento ajeno, pero luego se percata que se hacen bellos vestidos con su seda o que con esa misma seda le amarran a su asiento. ¿No es la nube un aprisco virtual de reses bípedas?
