Han sido las dos grandes plagas que el dios de las ideologías lanzó sobre el siglo XX. Se acogen a doctrinas radicalmente distintas, lo que les da diferente apariencia, pero sus razones íntimas y el que en ambas se sacrifiquen los medios al fin hace que en la práctica sean dos caras contrapuestas de una misma moneda, la del totalitarismo.
Mucho más que de lo ideológico, ambos movimientos adquieren su fuerza del agravio, la miseria y el resentimiento realzados por la Gran Guerra.
El nazismo antepone a toda consideración el instinto tribal y la confianza ciega en el líder. La raza y el territorio son los elementos que delimitan y determinan su ‘nosotros’; en cambio, en el comunismo el ‘nosotros’ es la clase proletaria, la clase de los agraviados y de los resentidos contra el orden social y económico existentes. Por lo demás, en ambos, el enemigo es el resto.
El nazismo es orgullo de raza e instinto tribal de fuerza y prominencia sobre cualquier otra tribu. Sentirse raza elegida, raza aristocrática que reclama su eminencia y que se cohesiona en el líder. El nazismo es, pues, un retorno a los orígenes tribales de la humanidad. Para con los demás, la fuerza hace el derecho.
El comunismo se escuda en la débil justificación ética ‘justicia = igualdad’, pero en la praxis trata de imponer la igualdad de estatus social y económico mediante la fuerza de la masa proletaria y su violencia. Rasar a la fuerza: también de la fuerza nace su derecho.
Nazismo y comunismo supeditan cualquier medio al fin propuesto: a la fuerza de la tribu y al desarrollo del supuesto paraíso socialista, respectivamente. De ahí que tanto para el uno como para el otro la democracia sea un medio prescindible para conseguir su fin. De ahí, por tanto, que la consecuencia final sea la imposición de un sistema totalitario.
Además, ni para el comunismo ni para el nazismo la democracia es factible por otras razones. El nazismo tiene necesidad de un líder poderoso en quien confiar y a quien seguir, necesita una sola voluntad que cohesione la tribu; por esa razón es incompatible con la democracia, ya que ésta implica división y cuestionamiento.
La pretensión del comunismo es rasar, que en estatus social y económico todos sean iguales, y necesita de la represión por dos motivos: para maniatar la superioridad de los más capaces y emprendedores (maniatar y sofocar su instinto), para lograr que la población en general, sin incentivos para el trabajo, se esfuerce. De esa manera el entramado social se convierte en un entramado de cadenas en donde el incentivo de la democracia liberal se sustituye por coacción; y para el mantenimiento de esa coacción sería nefasta la democracia, así que se prescinde de ella.
La solución moral empleada por el nazismo y por el comunismo para sostener sus respectivos sistemas represivos sin democracia real, fue el de acrecentar la represión hasta el grado de hacer de los ciudadanos súbditos y del Jefe un dios; fue la solución de poner en la conciencia de las gentes la imagen de un Estado repleto de perfecciones para quien todo sacrificio de los individuos era poco; y temor: la vigilancia, el ostracismo, el encarcelamiento, el despojo, el fusilamiento. Su supervivencia necesita de la represión social, el miedo siempre genera fervientes conversos. De otro modo ambos sistemas hubieran desaparecido prontamente.
Y se parecen (se puede decir que son idénticos en esto) en los millones de muertos que causaron. Si en uno y otro sistema lo importarte era la tribu o era el establecer el comunismo, los hombres se convierten en marionetas que giran en esa rueda que engrandece a la tribu o trae y sostiene el comunismo, se convierten en medios utilizables para el fin propuesto, y sin gran quebranto se les puede fusilar o masacrar sin gran quebranto.
Así que en ambos sistemas se da una completa deshumanización. En el nazismo y en el comunismo el hombre es un hombre de hojalata.
No voy a corregir tu inspirado articulo ni las tesis que planteas en él a favor de la democracia porque estoy de acuerdo con tu propuesta. Sin embargo me gustaría añadir que, siendo el nazismo un movimiento político execrable, especialmente por el holocausto judío en que derivó, no deja de ser más «natural» que el comunismo, cuyo principal problema es que va «contra natura».
En la historia tenemos infinidad de casos en los que un líder carismático y dictatorial ha conducido a su pueblo a la prosperidad, aunque también dispongamos de numerosos ejemplos de lo contrario. Sin embargo ese modelo político es el que ha funcionado durante más tiempo en la especie humana y se atiene a las fuerzas básicas que organizan a las sociedades.
El comunismo en cambio es la invención de un idiota, en virtud de la cual, se intenta eliminar el egoismo, que es la fuerza organizadora básica de la conducta de los seres vivos, por la de la justicia distributiva, y, como es natural, este intento absurdo deviene en una batalla sangrienta que concluye en una sociedad de alambradas y campos de concentración sumida en el atraso y la decidía.
Por otro lado, la democracia siendo el sistema menos malo para gente civilizada (y no estoy seguro que países como España lo sean) contiene en su interior peligrosos gérmenes que, según qué casos, pueden llegar a ser peores incluso que las dictaduras razonables. Aquí en España vemos, entre otros ejemplos, como la chinche separatista ha ido creciendo a expensas de la mezquindad de los partidos nacionales en busca de votos para alcanzar las poltronas, hasta que la chinche ha alcanzado un tamaño descomunal.
En cualquier caso, inventada la democracia y comprobado que funciona en algunos casos, todas las sociedades se consideran en el derecho y la obligación de disfrutar de tan formidable sistema político, pero está claro que la democracia, si no está respaldada por un electorado dotado de sentido común, no garantiza el éxito, sino más bien todo lo contrario.
Saludos.
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Hola Yack, Estamos de acuerdo en que el nazismo es «natural», según dices, porque hace uso de los mismos mecanismos de psicología de las masas de que se ha hecho siempre uso en la tribu, pero creo que aunque el comunismo parezca «antinatural», solamente lo es en apariencia. El comunismo viene a satisfacer a quienes están cargados de resentimiento contra los que poseen un estatus social superior al suyo. El resentimiento no es otra cosa que impotencia para el ascenso social, y la envidia lo colorea. Consideraríamos natural aplaudir los movimientos que trabajen por evitar la miseria del que nada tiene, pero abogar por el «todos igual» sería negar el mérito de los que más crean y más aportan a la sociedad, y eso lleva siempre a la miseria generalizada.
Un saludo
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Pues sí, me parece una buena síntesis sobre dos movimientos, ideologías, utopías, que han conmovido a miles de personas y que han causado auténticos cataclismos, víctimas incontables y por supuesto decepciones, amarguras y abandonos. Lo «alucinante» de estas ideas y propuestas es que, más o menos consciente y disimuladamente, todavía haya entusiastas, predicadores y tontos útiles que sigan comulgando con estas ideas y propuestas y que sacrifiquen su libertad y hasta su vida por ellas. Pero, no nos engañemos, siempre hay gente que, como políticos, viven de estos evangelios.
Tú, como yo y como otros muchos los conocemos pero quizás haya que empezar a desenmascararlos aunque no seamos ni periodistas ni tertulianos. Un saludo.
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Hola Rafael, desgraciadamente todavía está penado socialmente hablar contra el comunismo, todavía es alabado en las Universidades, no importa los desastres y los muertos que lleve tras de sí. Pero esos entusiastas que tú dices, no olvidemos que viven del odio y del resentimiento, aunque lleven la careta de la lucha por los demás.
Un saludo
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o voy a corregir tu inspirado articulo ni las tesis que planteas en él a favor de la democracia porque estoy de acuerdo con tu propuesta. Sin embargo me gustaría añadir que, siendo el nazismo un movimiento político execrable, especialmente por el holocausto judío en que derivó, no deja de ser más “natural” que el comunismo, cuyo principal problema es que va “contra natura”.
En la historia tenemos infinidad de casos en los que un líder carismático y dictatorial ha conducido a su pueblo a la prosperidad, aunque también dispongamos de numerosos ejemplos de lo contrario. Sin embargo ese modelo político es el que ha funcionado durante más tiempo en la especie humana y se atiene a las fuerzas básicas que organizan a las sociedades.
El comunismo en cambio es la invención de un idiota, en virtud de la cual, se intenta eliminar el egoismo, que es la fuerza organizadora básica de la conducta de los seres vivos, por la de la justicia distributiva, y, como es natural, este intento absurdo deviene en una batalla sangrienta que concluye en una sociedad de alambradas y campos de concentración sumida en el atraso y la decidía.
Por otro lado, la democracia siendo el sistema menos malo para gente civilizada (y no estoy seguro que países como España lo sean) contiene en su interior peligrosos gérmenes que, según qué casos, pueden llegar a ser peores incluso que las dictaduras razonables. Aquí en España vemos, entre otros ejemplos, como la chinche separatista ha ido creciendo a expensas de la mezquindad de los partidos nacionales en busca de votos para alcanzar las poltronas, hasta que la chinche ha alcanzado un tamaño descomunal.
En cualquier caso, inventada la democracia y comprobado que funciona en algunos casos, todas las sociedades se consideran en el derecho y la obligación de disfrutar de tan formidable sistema político, pero está claro que la democracia, si no está respaldada por un electorado dotado de sentido común, no garantiza el éxito, sino más bien todo lo contrario.
Saludos.
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Me atrevo a comentar algo en tu esplendido sitio. . Soy como sabes de un país sudamericano, que por mucho tiempo, fue un ejemplo de democracia. Llegaron un grupo de tupamaros que comenzaron, a asaltar, emboscar, robar, matar, degradar la democracia existente, y luego los militares a reprimirlos, hasta encarcelarlos. Los militares aprovecharon la ocasion, y llego el golpe de estado.11 años.
Nuevamente democracia, pero todos aquellos, que nos llevaron a la violencia hasta el golpe de estado, empezaron a usar la democracia que ellos habian despreciado, para hacerse del poder, y ocupar los comodos butacones..
Ya estamos en el tercer gobierno. El anterior el del famoso Pepe, nos ha dejado un buraco inmenso economico, social, y de falta de principios, y ahora que se acabo el viento de cola, el doctor, se la esta viendo en figurillas para detener a los sindicatos, mandados por un pequeño grupo de comunistas, muy bien organizados.
America, conoce de crisis y frustaciones, sabe del populismo, del socialismo chavista, de la corrupcion Kircherista, de robo descarado al rico Brasil, y de la baja popularidad de Dilma Rousseff, y del silencio complice.
No se, como nos va ir, porque hasta los libros sobre la historia reciente han cambiado, enseñan a los niños a su antojo, poco y mal. La educacion esta en manos de la izquierda, y te diría que como somos tan pocos el futuro tambien.
Hay sed de paz, de cultura, de corrección, del mando jugado, y nos sobra mugre, inseguridad, Ni Ni, y lamentablemente el pais más envejecido de America del sur, no se sabe salvar por si mismo.
No sirve, ni la derecha ni la izquierda, sin son manos enyesadas de un mismo tronco.
Perdona mi extenso comentario, y los errores, estoy escribiendo en un teclado en ingles, que me saca canas verdes, porque no soy gringa, y no trabajo para El imperio…como dicen por acá.
Un abrazo desde el Rio de la Plata..
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Hola Stella. Gracias por tu comentario. Percibo por lo que dices que allá también ‘cuecen habas’ como acá. En todo el cono sur a lo que parece. Es como si lo ibérico contuviese genes de revuelta permanente y, a la vez, de despotismo, en todo caso, de desprecio a la democracia. También aquí en España la izquierda se apoderó de la educación (son más agresivos, más violentos, así que la mayoría–que no comulga con ellos– y es pusilánime, por temor calla y sigue sus dictados), los sindicatos, que apenas representan al 15% de los trabajadores, campan a sus anchas con la agresividad que les caracteriza y amedrentando a los trabajadores con violencia cuando no secundan sus huelgas políticas. Pero lo más grave es que dominan los medios de comunicación, así que imponen su moral, cuyo fundamento es la revancha y la reprobación de los que se le enfrentan u oponen. Mientras tanto, la derecha, metida en casos de corrupción (en eso izquierda y derecha son idénticas), está acobardada, dejándose avasallar, dejando que se derrumben todos los valores, preocupándose únicamente por la economía. En fin, la cosa en Europa está que arde, y en España es un fuego incontrolable.
Un abrazo.
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