EL SUR

jolgorio

Acabo de regresar del Sur, que no es solo una mera referencia geográfica, sino también un modo de vida en el que las celebraciones y los ritos contienen aún reminiscencias festivas de antiguas deidades agrícolas. Me propongo añadir unas palabras sobre ello.

Para nuestro gozo existen dos bellísimas obras ―literaria la una, cinematográfica la otra―tituladas El Sur. Un cuento de Borges recogido en Ficciones es una de ellas. El cuento es extraordinario por razones que solo esbozo, ya que no es tal ahora mi propósito, pero sí señalo que quien lo lee sin llegar a su meollo se sorprende de que Borges lo considerara su mejor relato («De El Sur, que es acaso mi mejor cuento, básteme prevenir que es posible leerlo como directa narración de hechos novelescos y también de otro modo», nos dice Borges en una posdata de 1956 al prólogo de 1944).

Si se recorren detenidamente los vericuetos de El Sur y se profundiza en Borges, la tal sorpresa abre paso al asombro y a la admiración. He aquí mi esbozo: En El Sur se halla cifrado Borges; todo Borges: su vida, sus anhelos…, y en la obra se encuentra también todo el museo de sus espejos, tigres y laberintos, eso sí, laberínticamente encriptados.

Pero me interesa aquí el significado del viaje que en el relato realiza Borges con destino al Sur. En el relato, Dahlmann, presunto de Borges, viaja al sur o, mejor dicho,  sueña que viaja al sur, y allí el asustadizo y culto bibliotecario participa en una pelea a cuchillo. Se trata precisamente de una odisea onírica en busca de satisfacer sus ansias de criollismo, las ansias guerreras de su otro linaje, no del culto; sus ansias de dar rienda suelta al yo de los anhelos de Borges,  sus ansias festivas, de gaucho, de instinto. El Sur es para Borges todo eso.

El otro El Sur es la película de Víctor Erice que lleva tal nombre. Tengo para mí que es el más bello film que se ha realizado jamás en España. Agustín Arenas, dedicado a la medicina, vive con su esposa y con su hija en una ciudad norteña añorando  del sur un antiguo amor. En la novela de Adelaida García Morales en que está basado el film aparece también el fruto de ese amor, un hijo cuya existencia él ignora que vive con su madre en el Sur. En fin, la tal añoranza lo mata. Agustín Arenas no se atreve a abandonar el frío norte de su familia y de sus relaciones matrimoniales; no se atreve a emprender la odisea hacia el sur, así que se suicida.

El Sur no es una mera referencia geográfica, sino también una llamada de lo instintivo, un grito del gozo fuera de formalismos; es el canto de las sirenas de la carne que incitan a la odisea. Borges y Agustín Arenas se hallan atrapados en el frío norte, en lo formal, en lo culto, en el sosiego del trabajo sin albricias, mientras que el espíritu de la carne les exige la algarada, les demanda el gozo del Sur. Borges quiere creer que satisface esa llamada empleando el ardid de un sueño; el protagonista de Víctor Erice evita los cantos de sirena del Sur mediante el suicidio. El Sur siempre nos grita contra la civilización tratando de hacernos retornar a lo primitivo. En la mente de cada cual palpita la elección: hacer oídos sordos a los cantos de sirena y aferrarse al frío mástil del navío que recorre los ámbitos del norte, o  sucumbir a la tentación y emprender el viaje hacia los templados territorios sureños.

4 comentarios en “EL SUR

  1. No sé si no se quedó mi comentario de éste post, en el Sur.
    En el te hablaba de lo que leí sobre la tumba de Borges.
    Es un escrito de Jorge Fondebrider, titulado Una vecina Incómoda.
    Menciona en el mismo al crítico uruguayo Emir Rodriguez Moneal, y sus palabras en Una Biografía Literaria.
    Si no lo encuentras, me atrevo a hacerte un pequeño resumen, si no lo has leído antes, porque te sé un gran conocedor de Borges.
    Quién era Grisélidis Réal?….Madre de varios hijos, graduada en la Escuela de Artes Decorativas de Zurich, deportada a Suiza por ser traficante de drogas, escritora, pintora, revolucionaria, acompaña la campaña la «Revolution des Prostituées «… prostituta. Vecina de Borges en el Cimetierére de Plainpalais, y a unos diez metros .de distancia, la lápida de piedra redonda tiene tallado otro círculo interior donde se reproduce un pubis femenino….
    Desde el sur donde está lloviendo muchísimo, te abrazo..

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    • Stella, si enviaste un comentario anterior no lo descubrí. Mis excusas si se debió a un error mío. Las circunstancias que comentas, muy bellas e ilustrativas, las desconocía. Parece ser que Borges encontró finalmente su Sur, a escasos diez metros de su tumba. Si, como él pensaba, la realidad y el sueño son cosas indistintas, y estar muerto, tal como declama en los Inmortales, no es otra cosa que estar siendo soñado en otro ámbito espacial, tal vez su capaz vecina de tumba sea ahora su compañera en ese Sur del Más Allá.
      Un abrazo

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