
Conocemos a través de espejos. Nuestras ideas son meros espejismos de la realidad
El tiempo esculpe vivencias que transfiguran nuestro espíritu
Sin cooperación, la vida es un calvario de soledades; sin competición, es una estéril y pedregosa planicie.
La realidad nos resulta hostil e ingrata, por esa razón huimos hacia la ilusión.
Todas las ideologías exigen vasallaje.
Los metafísicos gozan pintando fantasmas en la niebla
Los noticiarios televisivos practican la lobotomía cultural
La misión de la filosofía es desvelar el mundo, esto es, encontrar la verdad, hacer inteligible la realidad, aclarar. Sin embargo, una filosofía muy al uso se esmera en enturbiar. Ante la impotencia para aclarar, se decanta por enturbiar; así la pesca de merluzos resulta más cuantiosa. Esa filosofía no busca desvelar la verdad, sino encontrar feligreses.
Los sueños son mensajes cifrados que nos lanza el subconsciente acerca de lo que nos preocupa.
Quien descubre la entraña humana se aparta del mundo
La voluntad es el anclaje a una voz interior que impele a una misión, resistiendo vientos, mareas y cantos de sirena que intentan desviarte del camino.
La envidia, la bestia rojiza que te susurra al oído maldades contra aquel con quien te comparas y te sientes rebajado.
Internet ha recubierto el mundo de un extraño pavimento de ojos furtivos que nos vigilan a cada paso
Por mucho que ensalcemos la razón, nuestro sistema de creencias se sitúa siempre en el bando del pensamiento mágico