FEUDALISMO POSMODERNO E IGLESIA DE LOS AGRAVIADOS

En Europa, durante varios cientos de años, el trabajador de la tierra estuvo sometido a dos principales gravámenes: el diezmo a la Iglesia y el pago en especie y servicios a los nobles feudales. Aquellos campesinos de entonces somos los ciudadanos de ahora, pero, ¿existe una nueva Iglesia que ejerza el papel de constricción que ejercía aquella? y ¿existe una nueva nobleza feudal a la que estemos sometidos en derechos, riqueza y libertad?

Indudablemente, los grandes señores del Globalismo, representados en el Club de Roma, el Club Bilderberg, el Foro de Davos, el Alto Comisionado de la ONU y en otras instituciones transnacionales, no ocultan su labor de control del ciudadano, de recaudar gabelas, de administrar, conceder o denegar derechos y libertades, de establecer conflictos militares, e incluso de dictar nuestro canon moral, cultural y económico. En toda la amplitud del término, ejercen de señores feudales, aunque no veamos sus castillos sobre altozanos y aunque aquellas pequeñas villas se hayan convertido en monstruosas ciudades. Yanis Varoufakis, ex ministro de Finanzas de Grecia, en ese mismo sentido, lo restringe a lo que denomina Tecnofeudalismo, una nueva forma de Capitalismo en donde los dueños del capital ejercen su poder desde la Nube. Como aquellos otros del pasado, este nuevo feudalismo nubelista no obtiene beneficios, sino rentas, pues el beneficio es vulnerable a la competencia del mercado mientras que Google, Android, Apple, Meta, Amazon y otros, no compiten, se encuentran en la cúspide de la nube y obtienen sus rentas  de los usuarios. En cualquier caso, en el fondo, no se perciben diferencias significativas entre la función y el poder de los señores feudales de la Edad Media y la de estos otros de nuestros días. En mi libro Ideología y Revolución destaco el papel de la nueva Iglesia que hoy impone como dogmas cada uno de los puntos de su credo. Es una Iglesia que se ha ido formando a partir del posmodernismo filosófico, que unifica en dicho credo al ecologismo, al feminismo de género, al animalismo, y al socialismo, y a la que denomino Iglesia Unificada de los Agraviados (IUA). La IUA adora a una nueva deidad, el Planeta; amenaza con su particular Apocalipsis, el Cambio Climático; pretende ejercer imperio moral sobre los ciudadanos; tiene su propia Inquisición encargada de denunciar, reprimir, cancelar, linchar a cualquier disidente o a cualquiera que no cumpla con sus dictados de corrección política; y, sobre todo, constriñe nuestra libertad y nuestros derechos en un grado que recuerda al del catolicismo en la Alta Edad Media.

Bien, el nuevo feudalismo globalista y la IUA, como en la Edad Media, tienen un pacto de unión para el dominio de la población. Como en aquella época, una bicefalia intenta dirigir Occidente concretando una agenda (2030-2050) que acabe con los antiguos valores e imponga otros nuevos; que disminuya drásticamente la población mundial; que nos haga más pobres, dóciles, ignorantes y serviles. Estamos inmersos en el proceso.

6 comentarios en “FEUDALISMO POSMODERNO E IGLESIA DE LOS AGRAVIADOS

  1. Excelente exposición crítica y sucinta del tecnofeudalismo, predicado a las masas aborregadas por sus dueños como «democrático».

    Y «tiene su propia Inquisición encargada de denunciar, reprimir, cancelar, linchar a cualquier disidente o a cualquiera que no cumpla con sus dictados de corrección política; y, sobre todo, constriñe nuestra libertad y nuestros derechos en un grado que recuerda al del catolicismo en la Alta Edad Media». Así es, desde luego. Valga como simple botón de muestra que los «comisarios políticos» encargados de decidir qué se publica y qué no en el «servicio» (valga la ironía y el engañabobos de la palabreja) de publicaciones de ciertas universidades -cuyos nombres omito para no ensuciar estas páginas- pueden, sin oposición ni cortapisas y con absoluto despotismo, negarle a usted la publicación de un libro simplemente porque su modo de entender la «historia» y el de su libro no coinciden. Y, naturalmente, quien le tendría que poner el cascabel al gato es de su misma especie (o sea, gato) y se regocija en ver cómo le ingresan su sueldo a fin de mes en su cuenta por pertenecer a un nivel de mayor relieve en cosa nostra.

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    • Hola Sannio. Está arreciando la fuerza linchadora de esta nueva Inquisición, empleando nuevos métodos pero con una potencia copnstrictiva similar o incluso superior a la del luteranismo de los países nórdicos. Necesitamos una Meloni o un Milei en Europa como el agua de mayo. La Universidad ha sido en Occidente el principal foco de contaminación de toda esta locura e iniquidad. Imagino que en las facultades de Humanidades la objetividad está resultando desconocida. Habremos de aguantar

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      • «Desconocida» es un elegante eufemismo… La objetividad es, en esos lugares, un enemigo del sistema que hay que mantener a raya; y si la objetividad es pertinaz y atrevida, hay que destruirla sin paliativos. Toda esa «locura e iniquidad» inició ahí, en las «particularidades», hace ya décadas. A partir de entonces el mal ha permeado y contagiado a la sociedad entera.

        Los citados por ti son, digámoslo benévolamente, reaccionarios ‘light’. Sin embargo, la historia demuestra que cuando la caótica iniquidad alcanza altas cotas, no se alzan contra ella reaccionarios ‘light’ sino señores -nada ‘light’, por cierto- dispuestos a extirpar por cualquier medio a su alcance -que son todos cuando toman el poder- a los generadores del caos inicuo. Recordemos a Napoleón, que acabó con el Terror en la Francia revolucionaria. Los ejemplos del siglo XX son tan evidentes que no necesitan recordatorio. Baste añadir que si el caos revolucionario, generado por el comunismo post 1917 para hacerse con el poder en Italia o Alemania, tras el fin de la primera Gran Guerra, no hubiese existido, esos reaccionarios ‘hard’ -cuyos nombres no hay por qué recordar- jamás hubiesen existido; ni tampoco los partidos que lideraron.

        A los de ahora el pasado les importa un bledo: en parte por soberbia ignorancia, en parte por mal disimulada perversidad. Un rasgo característico del marxismo imperante tras la Segunda Guerra Mundial en los países que cayeron bajo su órbita. En los que no cayeron, lo practican ahora; con «adecuados progresos» en la iniquidad, dicho sea de paso…

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  2. Ya conoces que no soy tan optimista como tú en cuanto a la reacción que hoy en día el ‘mundo’ puede tener en relación a toda la locura que nos domina. Esta locura está dirigida y mantenida desde los sistemas que controladores de la información. Ni siquiera los multimillonarios dueños de esos sistemas tienen pleno control sobre ellos y, además, el progresismo mundial, ese rebaño a veces encabritado pero dócil y obediente para con sus rabadanes, estan encantados con el control. No obstante, quiero participar del optimismo de esa reacción sanadora de la que hablas

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    • Y lo peor de todo es, que aparte de los poderosos, que son quienes manejan los hilos, estamos gobernados desgraciadamente, por una cuadrilla, sin ningún tipo de preparación, que no tienen ni idea de como se gobierna un país, salvo sus intereses particulares.

      Posdata: mándame una camisa, me gusta.

      Un saludo

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      • Hola Julián, perdona por no haberte contestado antes, pues resulta que han cambiado el modo de leer, comentar y contestar y a veces me resulta imposible contestar a una entrada. Anteriormente era muy sencillo, pero ahora te quieren desviar a una forma de pago, que es lo que ahora buscan todos estas plataformas. Tienes toda la razón. Entre que no sabemos quién manda desde lo más alto y que este gobierno es una pura mafia analfabeta, estamos aviados. ¡Buena camiseta, ¿verdad?! jajja. Un abrazo

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