LÓGICA DE LA CONFRONTACIÓN

El atentado contra Trump y el reciente asesinato de Charles Kirk han sido obra de dos jóvenes fanatizados, dos jóvenes mutilados mentalmente mediante una ideología que predica el odio. Se sentían redentores del mundo tenebroso que para ellos representaban las dos víctimas. Si bien tales hechos parecen aislados no significa que sean fortuitos, pues obedecen a una lógica de confrontación bien estudiada y planificada por muchos intelectuales desde un siglo a esta parte. Gramsci, Marcuse, Laclau, Judith Butler y Foucault son algunos de los más conocidos creadores y promotores de tal lógica. Pero otros muchos han contribuido también a su desarrollo: catervas de intelectuales como aquellos judíos de la Escuela de Frankfurt, los filósofos posmodernistas y conocidas postuladoras de la ideología de género.

En líneas generales, la finalidad de esa lógica ha sido –y es– la de imponer contra viento y marea el socialismo en Occidente. Bien podemos decir que pasando por encima de cualquier razón y de cualquier barrera. Los apóstoles del socialismo mencionados dirigen sus esfuerzos a la destrucción del capitalismo y de los valores sociales existentes, aunque no se distinguen precisamente por la coherencia de sus doctrinas. El Marcuse más pragmático es elocuente al respecto: si los proletarios de Marx han abandonado su fervor socialista (sus palabras: han perdido su negatividad contra el sistema), los cambiamos por feministas, inmigrantes, ecologistas, delincuentes, parados, lumpen…Los miembros de la Escuela de Frankfurt: si la Ilustración era nuestro baluarte, ahora nos estorba. El posmodernismo filosófico: dejemos de llevar la razón como estandarte; pongamos en su lugar la emoción, el sentimiento, el relato. Las promotoras de la ideología de género: plantemos la semilla de la locura y del absurdo en todos los corazones. En resumen, todo vale si es para la causa del socialismo.

Para esa causa, dos hechos muy importantes tuvieron lugar al principio de la década de los noventa, Fidel Castro y Lula da Silva organizaron el Foro de Sao Paolo (al que acudieron Dima Rousseff, Bachellet, Correa, Daniel Ortega, los Kirchener, Hugo Chávez…), un foro de comunistas y guerrilleros en el que acordaron pasar de puntillas por la guerrilla y el comunismo, y beber del cáliz de ecologismo y del feminismo. Les iba en ello la supervivencia. El segundo hecho o episodio fue la infiltración del nuevo socialismo en los departamentos de humanidades de las universidades norteamericanas (en las universidades francesas ya estaba instaurado).

El foro de Sao Paulo, donde se crearon artimañas, fraudes y estrategias de confrontación, fue resultó productivo, muchos mesías del nuevo socialismo llegan al poder. Lula da Silva en Brasil en 2002; Nestor Kirchner en Argentina en 2003; Tabare Vázquez en Uruguay en 2004; Evo Morales en Bolivia en 2005; Michelle Bachelet en Chile en 2006; Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua en ese mismo año; Mario Funes en El Salvador en 2009; Cristina Kirchner en Argentina en 2007; José Mujica en Uruguay en 2009. Pero una serie de circunstancias, la desaparición de Chávez en 2013 y la de Fidel Castro en 2016, la pobreza, la falta de libertades, la miseria sobrevenida en Venezuela con Maduro, la corrupción de algunos de esos mesías[1], el cierre de medios en Venezuela y Nicaragua, el narcotráfico bajo la protección del Estado en Bolivia y Venezuela, hizo que casi todos los nombrados perdieran el poder en los años siguientes.

Pero los foros seguían produciéndose. En 2019 se celebra uno en el Estado de Puebla, en Méjico. El llamado grupo de Puebla ve llegado el momento de recuperar el poder en Iberoamérica y de realizar una transición rápida hacia el socialismo. ¡Y la inteligencia del enjambre se muestra! Los mesías socialistas del río ideológico iberoamericano mandan agitar el frasco. Con pocos días de diferencia, en octubre de 2019 estallan revueltas en Ecuador y Chile. En Ecuador, para derrocar al gobierno de Lenín Moreno, que estaba subordinado a Correa pero que lo traicionó al permitir que la Justicia lo persiguiera. En Chile, para tumbar al presidente Sebastián Piñera, que había mostrado una gran debilidad al firmar la agenda 2030[2] a instancias de Michelle Bachelet de la ONU. En noviembre una nueva revuelta en Colombia y a principios de 2020 en Perú. El resultado de las revueltas fue que en Chile ganó las elecciones de 2022 el izquierdista Gabriel Boric Font, y en Colombia ganó el izquierdista Gustavo Petro; y en Perú, el mismo año, ganó el izquierdista Pedro Castillo. La eficacia de agitar el frasco es inmensa; los tibios, los biempensantes, los pusilánimes, se acobardan con las revueltas y prefieren la victoria de la Izquierda como mal menor. ¡Piensan que no irá tan mal!

Lo novedoso de estas revueltas es que en todas ellas hacen participar al elemento indígena y se practica el victimismo contra España. Cualquier triquiñuela vale.

En el mismo periodo, como si se tratase de una acción conjunta, el Black Lives Matter y los grupos Antifa, principales agentes de la revuelta, tomaron especial relevancia con la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco el 26 de mayo de 2020 en Minneapolis. La revuelta fue la ocasión perfecta para el propósito del Partido Demócrata de poner a Trump contra las cuerdas y sacarlo de la presidencia norteamericana unos meses después.

Adelantémonos al presente. Las tensiones, los conatos de revuelta, los enfrentamientos sin motivo aparente que se están produciendo en España, en Francia, en algunos países sudamericanos como Argentina y en Norteamérica, tal parece que obedezcan a la preparación de otro salto revolucionario con la finalidad de conquistar el ‘cielo’ del socialismo. Mucho me temo que este que viene va a ser un otoño muy caliente. Las tribus mediáticas, los adalides de lo woke, del victimismo y de la locura de género, se están movilizando a marchas forzadas (la excusa de Palestina por ahora), la Europa de la agenda 2030 promete más censura y menos libertad y democracia, en Norteamérica las universidades arden. Las deudas de algunos países ya han desbordado lo sensato y serán buena excusa para instaurar el socialismo. Todo parece ya dispuesto para dar el golpe. Francia o España pueden encender la mecha.

En el libro IDEOLOGÍA Y REVOLUCIÓN se exponen estas y otras muchas razones y hechos con muchísimo más detalle. La génesis de estos movimientos, sus características, las ideas y los pensadores de donde nacieron, su implantación social, las alianzas con las élites financieras…


[1] Lula da Silva ha pasado varios años en la cárcel por ese motivo, y Correa es prófugo de la Justicia de su país.

[2] En palabras de el Secretario General de la ONU, António Guterres, la agenda 2030 contiene unos Objetivos de Desarrollo Sostenible que son la vía para lograr una globalización justa y un futuro mejor para todos: superar la pobreza y la desigualdad, combatir la crisis climática, avanzar hacia la igualdad de género y construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, libres de discriminación y odio, en armonía con la naturaleza. Por delante tenemos menos década de acción para hacer realidad esa visión.

JETAS, BOLAS DE NIEVE,  NECIOS Y CIVILIZACIÓN

Sobran motivos para creer que este país está rodando hacia el abismo. Son hechos evidentes que están arrancando con descaro nuestras raíces culturales e históricas; que la convivencia social se está yendo al garete en todas partes; que se están cercenando nuestras libertades y derechos…

Los psicólogos dicen que los humanos somos los únicos seres vivos capaces de prever las consecuencias de nuestros propios actos, pero eso solo es cierto, y no siempre, en cuanto al efecto inmediato y en casos muy simples. De otro lado, más que en la previsión, la filosofía, a fin de singularizar al ser humano y ponerlo en relevancia, siempre ha puesto el énfasis en designar a la razón como principal gestor de nuestro comportamiento, aunque, en realidad, los verdaderos gestores y promotores de nuestros actos son los deseos y los sentimientos.

En atención a lo dicho, la actualidad social nos muestra que la gran mayoría de personas no perciben las consecuencias que acarrearía el llevar a cabo las acciones que propugnan, las ideas que defienden o las empresas que acometen. Para ponerlo de manifiesto voy a utilizar como ejemplos tres acontecimientos de la actualidad (de entre una infinidad que podrían servir a ese propósito). Acontecimientos tales como la entrada indiscriminada de migrantes africanos ilegales, como la permisividad para con las formas culturales de los migrantes musulmanes que chocan de frente con nuestras leyes y con los valores de nuestra civilización, y, por último, el trato discriminatorio en favor de la mujer en muchos tipos de situaciones y de actividades. Tales sucesos, si bien se trataron de justificar al principio con un argumentario de ‘necesidad’, compasión universal y justicia, pronto su dinámica les sacó de quicio y pronto produjeron efectos devastadores en nuestra sociedad.

Vayamos al lío. De manera directa o con subterfugios, un gran número de personas del ámbito ‘progre’ se han expresado a favor de abrir de par en par las fronteras a la inmigración ilegal. Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios generales de CCOO y de UG respectivamente, Pedro Almodóvar y otros muchos han hecho declaraciones en ese sentido. Los englobo en el tipo IDEOLÓGICO-JETA que luego explicaré.  En fin, preguntémonos ¿cuáles serían las consecuencias de llevarse a cabo dicha apertura? Voy a utilizar un símil al respecto.

Soltamos una piedra desde la cima de un montículo nevado con buena pendiente. La piedra echa a rodar pendiente abajo, adhiriéndose a ella la nieve del sendero que traza, de manera que va formándose una bola blanca que crece y crece hasta hacerse gigantesca e imparable. Soltar la piedra es como abrir las fronteras a los inmigrantes ilegales. Más de mil quinientos millones de personas habitan África. Una parte significativa de ella se verían arrastrados por ese ‘efecto llamada’. La bola de nieve sería de un tamaño monstruoso. ¿Es eso lo que pretenden los JETAS nombrados?

Otra piedra semejante: la permisividad social y legal, así como el favoritismo económico, hacia la inmigración musulmana. Como ocurre en muchas ciudades europeas, en algunas españolas ya existen barrios exclusivos en donde rige la Shariá en lugar de las leyes de nuestro país, en donde incluso se practican algunas costumbres bárbaras como la ablación del clítoris o los matrimonios forzados. Sin embargo, lo que resulta más perverso desde el punto de vista social es que en esos barrios fulge de forma mayoritaria la intención de acabar con la democracia y con la civilización occidental y, por el crecimiento demográfico que experimentan (crecimiento regado con ayudas surgidas de nuestros impuestos), en no mucho tiempo lo conseguirán.

La tercera piedra: las leyes discriminatorias a favor de las mujeres y de la llamada ideología de género. Nadie a estas alturas desconoce el gigantesco muro de desconfianza que se levanta entre personas de uno y otro sexo en ciertos temas y relaciones…; los cientos de miles de denuncias falsas sin perjuicio alguno para las que así denuncian (oficialmente no hay denuncias falsas, ya que se obvia investigarlas, pero hasta el mismo ministro promotor de la ley y uno de los magistrados del tribunal constitucional que la dio por buena, las han sufrido, así como otros ardientes defensores de dicha ley). Con las ingentes cantidades de dinero recibidas por las feministas radicales se ha promocionado el odio hacia los hombres, la disminución de nacimientos, la desaparición del mérito para optar a un puesto, la introducción de la ideología de género en los colegios…, con el resultado, silenciado, de más de ochenta mil intentos de suicidio de jóvenes cada año.

Sin prever las consecuencias, los políticos, los activistas ideológicos y los necios que no ven más allá de sus narices, han promovido que se lanzaran estas piedras que ahora son bolas enormes de nieve y que están arrasando la convivencia en España. Los políticos, por cobardía algunos y todos buscando un rédito electoral a corto plazo. Los activistas, por mero odio, por mero deseo destructivo y con la pretensión de vivir a costa de su griterío. Los necios, por simpleza. Así que la bola de nieve sigue aumentando de tamaño y arrasando nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra civilización y nuestra convivencia. El globalismo, con sus multimillonarios y sus tecnócratas bien parapetados, aporta las piedras y retira los obstáculos para que rueden sin impedimentos, pero es la ideología quien las lanza. Una ideología que carga de odio y de sentimientos destructivos los corazones de sus leales. Y si los activistas son generalmente ciegos cuando no locos, pues el resentimiento ideológico les pone una venda en los ojos y en sus corazones desarraigo, son los JETAS los más perversos, pues atisban la destrucción que ocasionará la bola de nieve rodando cuesta abajo y no hacen nada al respecto, al contrario, favorecen su rodadura.

Se está llevando a cabo el desmantelamiento de una civilización forjada durante miles de años sin que muchos de los promotores de tal felonía tengan previsión alguna de la irremediable ruina social que acarreará, aunque otros muchos, aquellos cuyo único sentido de la vida es el destruir, estén al tanto y disfruten con ello, si bien, sufrirán las consecuencias también. Porque en esa sociedad europea y española nos convertiremos en siervos de la gleba, aunque sin raíces con que alimentar el espíritu, sin libertades, controlados al detalle, empobrecidos. Esa sociedad ha sido posible por la servidumbre y la cobardía de políticos que se enrocan en “a lo hecho, pecho” o por una ignorancia sectaria que les impide mirar la realidad. Y la hacen posible las huestes de activistas, ciegos de ideología y resentimiento. Y, también, los simples que obedecen sin entender y los pusilánimes que no saben decir “esta boca es mía”. Por la acción irresponsable de todos ellos se está derrumbando la civilización occidental.

El colapso de la Democracia

Toynbee considera que las civilizaciones tienen su nacimiento, juventud, crecimiento, florecimiento y decadencia. Algo semejante expone Spengler en relación con las culturas humanas. Sir John Glubb en su The fate of empires habla de los imperios en lugar de las civilizaciones, pero, en el aspecto que nos ocupa, son intercambiables.  Expone una serie de imperios que eclosionaron, florecieron y declinaron en periodos de aproximadamente 250 años. Todos ellos recorrieron estas fases: edad de eclosión, edad de la conquista, del comercio, de la abundancia, del intelecto y, finalmente, la edad de la decadencia.

De modo semejante, podemos hablar en la actualidad del Decaimiento de la Democracia.  Ésta se está desvaneciendo en Occidente, dando paso a un sistema de gobernanza de las élites en modo de tiranía o agrupación mafiosa que ni tan siquiera tiene o siente la necesidad de ofrecer cuentas al ciudadano. Voy a exponer algunos rasgos de tal decadencia.

Si durante la edad de la conquista los valores de la disciplina, el espíritu guerrero, la honra, el sentido moral obligado en la conducta, el sentimiento de orgullo de pertenencia, son muy altos, en la edad de la abundancia tales valores se relajan muy rápidamente. Cuando los imperios y civilizaciones alcanzaban esta edad contrataban a mercenarios para su defensa, tomaban esclavos, importaban trabajadores manuales, y tribus bárbaras irrumpían en busca de riquezas. A esa inmigración le sigue la corrupción de las élites con apoyo de los profesionales de la opinión. Entonces empieza la edad de la decadencia.

El decaimiento de la democracia empieza con un deterioro de su calidad producido por:

  • Un crecimiento acelerado del Estado
  • Una multiplicación de leyes e impuestos que empobrecen a la población y limitan el comercio.
  • Un debilitamiento de las instituciones democráticas
  • La concentración de todos los poderes del Estado en manos de los políticos gobernantes
  • La creación de una amplia y fiel red clientelar que actúa de muy diversas maneras y en todo momento como salvaguarda del régimen.
  • Una rígida censura que impida la disidencia.
  • El adoctrinamiento ideológico de la población.
  • La destrucción por todos los medios del enemigo político.
  • El desprestigio o la aniquilación de los valores sostenidos por la democracia
  • .La imposición de la mentira, el engaño, la impostura, el fraude…en el lugar de la verdad.
  • La conversión de la educación en ideología e ignorancia
  • Un sistema coercitivo propio de las dictaduras comunistas.
  • Una jerarquización rígida y piramidal del sistema político
  • Un sistema político constituido por vividores
  • Un deterioro de la moral social a la par con el crecimiento de la inmoralidad de los gobernantes
  • ….

Todos esos puntos ya están en buenos términos. Solo falta el remate, el colapso, a menos que la sociedad reaccione y la dinámica de las edades se tuerza en el caso de la democracia. No olvidemos que la democracia es una anomalía en la historia de la humanidad, así que se ha de apuntalar para que no se derrumbe en compañía de sus valores y para ello hemos de hacer frente a los que pretenden desmantelarla