Presento a continuación El subconsciente pasional, el segundo ensayo del libro Animal moral. El libro, ya saben, versa sobre la conducta individual y la organización social, en cuanto a sus bases biológicas y el papel que juegan las creencias que poseemos.
- Evolución de la mente.
- El subconsciente pasional.
- Creencias mágicas y religiosas.
- Las creencias en el grupo.
- La médula de las creencias.
- Moral, instinto y orden social.
- Moral, sociedad e historia.
- Hegel y Marx.
- El psicoanálisis,
- Marcuse
- El «buenismo».
Para comprar el libro puede dirigirse a http://www.eraseunavez.org o a www.agapea.com
En esta dirección puede echar un vistazo a los temas:
Ensayo 2º: EL SUBCONSCIENTE PASIONAL
Resumen
Los mecanismos instintivos y emocionales y otros muchas mecanismos reflejos, sin que seamos conscientes de ello, elaboran en el laberinto del subconsciente nuestro modo de pensar, nuestras apetencias, la conveniencia o inconveniencia que sintamos hacia ciertas razones, doctrinas, objetos, hechos o conductas. Después se representa todo ello en el escenario de la conciencia, con lo cual nos percatamos de lo cosas que ocurren en el interior de nosotros mismos, como los deseos y los sentimientos. Además, esa representación nos produce el delirio de que es la razón la principal gestora de nuestra mente. Pero en el fondo todo resulta ser pura conveniencia del organismo.
Deseamos a una mujer o a un hombre hermoso, o un rico pastel, o ser el más amado o el más listo…, pero es el instinto quien nos lo sugiere y nos lanza a conseguirlo. La ira nos lanza a la violencia o a la malquerencia, la compasión nos empuja a ofrecer y ayudar, el temor nos impele a alejarnos, la culpa nos infringe castigo, los celos nos lanzar a aprisionar a la persona amada… Y son también esas razones del subconsciente las que nos inducen el pensamiento correspondiente. El organismo, desde el subterráneo de la conciencia nos seduce y nos dicta lo que le resulta conveniente y nos empuja para que lo logremos.
En muchos aspectos apenas nos hemos alejado unos pocos pasos de nuestros cercanos parientes primates. Nuestros instintos y nuestras emociones son muy semejantes. Es en el deseo y en el temor y en los instintos y en la conciencia en donde radica la diferencia.
En el surgimiento del deseo se interrelacionan la conciencia y el instinto. En la conciencia, mediante los mecanismos de la imaginación y del pensamiento, se focaliza y se mantiene en candelero el objeto que el instinto señala como conveniente para la vida del individuo, el objeto que debe ser “poseído” en la consumación del deseo.
Todos los deseos están guiados hacia tres grandes finalidades: la sexualidad, la alimentación y la prominencia del propio individuo sobre los demás.
El temor es al miedo lo que el deseo al instinto. Mediante la imaginación se representa y es la imaginación quien lo fortalece o lo desvanece. El temor es un miedo al por-venir concitado imaginativamente. Percibimos una posible amenaza y la conciencia produce mediante la imaginación situaciones de futuro en la que lidiamos con ella. En ese acto de lidia se gesta el temor, es decir, se concita al miedo.
Los sentimientos contienen emociones, un modo alterado de pensar ―con pensamientos acordes a la emoción sentida―, y ciertos grados de placer o dolor. Nacieron con vocación de ser reguladores de la conducta social. En otras palabras, un sentimiento es la marejada mental que nos sobreviene cuando el organismo percibe la importancia que un hecho social tiene para nuestra supervivencia y nuestro éxito reproductivo.
Añado un último apunte a este esquemático resumen: casi todos los sentimientos están cargados de temor y de deseo. La vergüenza, la culpa, la envidia, el orgullo, la soberbia… tienen todos que ver con el deseo de éxito social y con el temor al fracaso.
De acuerdo con lo que dices. El temor es el dolor que nos infringe nuestro cerebro cuando percibe un futuro peligroso para nuestros intereses.
Nuestro cerebro es una máquina que trabaja continuamente en recrear el futuro y elaborar estrategias para afrontarlo con éxito, de acuerdo con los planes que la selección natural ha establecido para nuestra especie.
El funcionamiento silencioso y constante de 80.000 millones de neuronas interconectadas por billones de sinapsis es percibido por la conciencia como un deseo, un temor, una imagen, un impulso, un razonamiento simple o complejo, pero en realidad el trabajo duro se ha hecho al margen de la conciencia.
La conciencia sólo recibe el veredicto final, y lo percibe como si hubiese sido generado por arte de magia como fruto del simple deseo de obtener la respuesta a un problema.
Pero en realidad, la sola formulación del problema es el resultado de un esfuerzo de computación inimaginablemente potente y no hablemos de la solución.
Saludos.
Me gustaMe gusta
Sí, el cerebro muestra su preocupación por un futuro que atisba peligroso y genera el temor. Cuando la preocupación pasa de ser simple atención vigilante, el temor se intensifica y aparece complementariamente el dolor. Algún día tendremos que hablar de las neuronas, pero también de als células gliales, mucho más numerosas que las neuronas y cuya influencia en la conformación de la mente aún no está del todo clara. Y del papel que juega el calcio en el cerebro, que quizá aporte mucho en un futuro próximo sobre el papel del sentir y de la conciencia. La neurociencia está resultando apasionante. Esperemos entrar a través de ella en nuevos conocimientos sustanciales.
Un afectuoso saludo
Me gustaMe gusta