VANIDAD

VANIDAD. TODO ES VANIDAD, Eclesiastés

 

El surrealista André Bretón lanzó en 1933 la frase: “le acto surrealista más simple consiste en salir a la calle empuñando un revólver y disparar al azar contra la multitud”. Más tarde ingresó en el partido comunista.

También Pablo Picasso se afilió al comunismo. Una de sus ex mujeres nos informó que estando un día Picasso sentado sobre un enorme baúl en donde guardaba su dinero, ya que no se fiaba de los Bancos, recibió la visita de un miembro del partido en demanda de dinero para ‘la causa’. Picasso se lo negó alegando que vivía en la miseria, y sin levantar un ápice sus posaderas del baúl.

Rimbaud, el visionario, el gran poeta, el gran maldito, el gran rebelde, se descubre en unas cartas a un amigo hablando de su dinero.  Un dinero que quiere ver “bien invertido y que rinda con regularidad”. Llevaba 8 kg de oro en su cinturón, del que no se separaba ni para dormir. Ya cercano a la muerte, exclama: “¡Qué desgraciado soy, llevo dinero encima que no puedo siquiera vigilar!”

Quien mostró verdadera pasión por el dinero fue el gran escritor catalán Josep Pla. Cuando el 24 de abril de 1974 se produjo en Portugal la Revolución de los claveles y cayó el régimen de Marcelo Caetano, Pla se despachó a sus anchas contra los revolucionarios y las revoluciones. Guardaba sus ahorros en bancos portugueses, en la convicción de que estarían más seguros que en los bancos españoles con Franco ya en franca decadencia física.

El Eclesiastés dice que “todo es vanidad”. Y estupidez, yo añado.

 

CONTINUIDAD

 

Resulta curiosa la continuidad de comportamientos de los partidarios del Igualitarismo. Los cristianos primitivos hablaban de amor, paz y concordia  universales hasta que llegaron al poder al ser convertida su religión en religión de Estado. Enseguida persiguieron a todas las demás religiones, destruyeron sus templos y mandaron dar muerte a sus líderes. También persiguieron a los judíos y dieron muerte a Hipatia, gran matemática y directora de la biblioteca de Alejandría.

Lo mismo hicieron los bolcheviques en Rusia, Fidel Castro en Cuba, y tal vez pretenda hacer lo mismo  Podemos en España.

Tanto aquellos como estos lo hicieron en nombre de la humanidad, por su bien; y para ello se acaba con la libertad de las gentes y se persigue a muerte a los discrepantes.

 

DERINKUYU

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En la ciudad de Derinkuyu, en esa región de Turquía llamada Capadocia, existe toda una gran ciudad subterránea. Las dimensiones son increíbles: tiene una profundidad de casi noventa metros y hasta la fecha han sido descubiertos veinte niveles. En ella han podido habitar hasta 10.000 personas. Se une por un túnel de ocho kilómetros de largo a otra ciudad subterránea, Kaymakl.

De las ciudades subterráneas de esta zona hablaba el historiador griego Jenofonte en su obra Anábasis y explicaba que las personas que vivían en Anatolia habían excavado sus casas bajo tierra y vivían en alojamientos lo suficientemente grandes como para una familia, sus animales domésticos y los suministros de alimentos que almacenaban.

En los niveles recuperados se han localizado establos, comedores, una iglesia (de planta cruciforme de 20 por 9 metros, con un techo de más de tres metros de altura), cocinas (todavía ennegrecidas por el hollín de las hogueras que se encendían para cocinar), prensas para el vino y para el aceite, bodegas, tiendas de alimentación, una escuela, numerosas habitaciones e, incluso, un bar. La ciudad se beneficiaba de la existencia de un río subterráneo; tenía pozos de agua y un magnífico sistema de ventilación (se han descubierto 52 pozos de ventilación) que asombra a los ingenieros de la actualidad.

Parece ser que la excavación del primer nivel fue llevada a cabo por los hititas, que habitaron la región alrededor del  año 1.500  antes de Cristo.

Luego tuvieron que esconderse en ella los primeros cristianos,  huyendo de las levas y los saqueos que cometían en la región los romanos; luego tuvieron que esconderse los bizantinos huyendo de los turcos selyúcidas; más adelante se debieron de esconder  de los árabes y luego de los cristianos que acudían a las cruzadas y luego de los turcos otomanos. Tan magna obra de construcción denota un miedo abundante de los pobladores de la región a las frecuentes incursiones de saqueo o de conquista que en ella se llevaron a cabo.

Se ha de mencionar que  las galerías subterráneas de Derinkuyu podían bloquearse en tres puntos estratégicos desplazando puertas circulares de piedra. Estas pesadas rocas que cerraban el pasillo impedían la entrada de los enemigos. Tenían de 1 a 1,5 metros de altura, unos 50 centímetros de ancho y un peso de hasta 500 Kilos.

Cuando en 1963 la descubrió por casualidad un habitante de Derinkuyu, estaba deshabitada.

Todos estos detalles los ofrece Ishak Frag Fahim en un libro de ensayo que titula:

“LIBRO Y LABERINTO ERAN UN SOLO OBJETO”.

JORGE LUIS BORGES, CONSTRUCTOR DE LABERINTOS LITERARIOS

 

 

 

 

4 comentarios en “VANIDAD

  1. Solo dos reflexiones a tu interesante entrada: «No hay nada nuevo bajo el sol» y «el cristianismo es el origen de todos los males».

    Con la primera quiero decir que bajo la cáscara de camuflaje, siempre hay un mono lascivo y egoísta. Con la segunda, que el cristianismo entronizó una de las mayores estupideces concebidas nunca: «todos somos o deberíamos ser iguales». Y tal atrocidad lógica y empírica se sustenta en la fantasía de que todos somos hijos de un mismo Dios-padre y que cuando muramos, Dios se encargará de aplicar castigos y premios infinitos a los que hayan sido malos hermanos.

    Los comunistas repudiaron a Dios, pero se quedaron con el mensaje demagógico, tan eficaz para las revoluciones y para la democracia, que al ser desprovisto del premio/castigo divino deviene en un sindiós que ha costado y sigue costando mucho sufrimiento y retraso a la humanidad.

    Pero ahí siguen los igualitaristas dando la vara y reclutando adeptos bajo la promesa de un paraíso en este mundo.

    ¡Y muy curioso lo de esa ciudad subterránea! No la conocía.

    Saludos.

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  2. Yo no soy creyente. De religión no voy a comentar, porque mi rey de espadas, me decía que dios estaba a su lado, y si él así lo creía, no tengo porque dudarlo.
    Cada uno necesita algo de qué aferrarse, religión, poder, dinero…Somos ególatras, gregarios, envidiosos,y todos los etc, que quieras agregar . El mal de las creencias políticas y su aplicación, en éste momento lo estamos padeciendo. No tolero el puño alzado, el grito destemplado, para hacer creer a la fuerza, que ellos tienen la razón, y nadie puede pensar diferente.Sabías que Cuba, adiestró a los Tupamaros, y fué lo que nos llevó a 11años de dictadura, y…. Todavía adoran a Fidel, y se ponen la camiseta del Che….Pobre América del Sur!

    Conocía no en detalles Capodocia, estuvieron ahí, dos de mis hijos,y una nieta, uno de ellos éste junio. Yo algo he viajado, pero hace unos años, no era un destino turístico, como lo es ahora.
    La ciudad y sus diferentes niveles, son estupendos, pero vivir la vida bajo tierra, creo que hay que ser muy valiente para hacerlo.
    Son grandes laberintos, como la vida misma. Muy difícil encontrar la salida…a mí me lo está pareciendo.
    Como siempre es un placer, poder acompañarte..
    Un abrazo.

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    • Hola Stella, también aquí padecemos a los intransigentes que creen estar en posesión de la verdad absoluta y atacan con violencia a todo aquel que discrepa de sus credos. Y lo que es peor, puede ser que en pocos días los tengamos en el gobierno. Para mí fue una sorpresa Derinkuyu. El caso es que mi hija mayor estuvo hace unos años, pero es muy poco amiga de contar impresiones de lo que ve, así que yo no sabía ni que existiese. Las penurias de aquella gente que vivió en tal sitio tuvo que ser grandes, y los laberintos de la vida nos hacen dar vueltas y vueltas como penosos tiovivos. Confío y deseo que tú sepas encontrar la salida del tuyo hacia la luz.
      Un abrazo

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