Pensamientos varios

brexit

  1. A la falta de ojos propios para ver se le llama sectarismo. Si también faltan los criterios, resulta más apropiado llamarlo borreguismo.
  2. Si el Islamismo antepone su religión a la libertad de la persona; si el Islam es enemigo de la democracia y de los valores occidentales; si su fin declarado es imponer la Sariah como norma básica en todos los actos de la vida cotidiana; si una de esas normas es la de dar muerte al apóstata; si entre ellos la mujer queda relegada al papel de subordinada; si odian nuestra cultura y nuestros valores; si la pretendida convivencia multicultural en Europa se ha revelado como multiculturalidad enfrentada; si no cabe un papel de fumar entre los valores y propósitos sociales de los islamistas radicales y de los moderados; ¿es aconsejable que en nombre del respeto se les permita que extiendan su odio hacia los europeos y sus valores en la misma Europa?
  3. Los buenistas y los animalistas pretenden erigir como criterio determinante del juicio al sentimiento, pero el sentimiento es útil para obnubilar la razón y abducir el pensamiento.
  4. En los movimientos asamblearios siempre triunfan las posturas más radicales, las de quienes poseen más odio y resentimiento; aunque sean preliminarmente muy minoritarias. Se consigue acobardando a los pusilánimes. Estos, como buena grey, terminan por acatar y asumir cualquier dictado.
  5. Un cáncer moral está gangrenando Europa. La biología nos muestra que un egoísta en un grupo de altruistas obtiene enseguida ventaja evolutiva y acaba fijando su acervo genético en la población de marras. Adivinen quiénes ejercen de altruistas y quiénes ejercen de egoístas en Europa. Jueguen con el islamismo y con el buenismo.
  6. ¿Qué es el buenismo? Un ejemplo que lo ilustra: en la Argentina de Cristina Kirchner los presos cobraban un salario mayor que la mayoría de los jubilados; en España Podemos pretende otorgarles un sueldo de 650 euros. Así que el buenismo es el convertir en los “nuestros” a todo inadaptado al sistema liberal democrático. Como este sistema es su demonio, toda responsabilidad y toda culpa se carga a sus espaldas. Lo curioso del caso es que la razón vital del buenismo es su odio. Odio hacia la excelencia.
  7. Todos aquellos que no aceptan la responsabilidad de sus propios fracasos y que se muestran incapaces para construir un futuro mediante sus propios esfuerzos, son amparados por el buenismo.
  8. Tengo la fuerte sospecha de que la homeopatía y el psicoanálisis son un interesado fraude, y que el materialismo dialéctico del marxismo no es otra cosa que un iluso apaño. Pero yo soy un tipo sospechoso, así que no me hagan mucho caso. Soy sospechoso de creer que la metafísica –tan manoseada por los filósofos—no suele revelar más que un oscuro amaño de impresiones y metáforas, y por ello muchos me toman por un tipo descreído e irritado. Pero el que a Obama le concediesen el premio Nobel de la Paz, a Bob Dylan el de Literatura, o que a Cristiano Ronaldo le nombren mejor jugador del mundo, aclara un poco las cosas, ¿no les abren los ojos tales hechos?, ¿no perciben que el mundo está construido sobre mentiras interesadas y fraudes indecorosos?
  9. Los metafísicos se pierden en el bosque espeso y oscuro de su lenguaje. Sin mojón o hito orientativo alguno, ilusamente se guían por el hilo de sus ocurrencias y dan por acreditado lo que solo su placer estético les dicta, como si el placer estético fuese el criterio de verdad más relevante.
  10. La fuerza, la responsabilidad, el sacrificio, el camino edificante, se están convirtiendo en Occidente en pecados; se sienten como valores caducos que hay que derrumbar. Por esa razón el derrumbe de Europa está a dos pasos.
  11. Sospecho que el Brexit británico y el triunfo de Trump en EEUU obedecen al hartazgo del buenismo europeo y americano que se produce en dichos países.

Destrucción, Populismo y Brexit

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  2. Hoy, el impulso a destruir impera en muchos jóvenes. Acostumbrados al buen vivir y a los derechos gratuitos, sin responsabilidades de algún tipo, no saben qué hacer con una libertad que les pesa como una losa; pocos buscan, la mayoría esperan que se les dé sin la molestia de tener que buscar; muchos de ellos carecen de propósitos y esperanzas; lo desean todo sin esfuerzo y todo les parece insuficiente; así que la vieja y fracasada fórmula del igualitarismo, de esquilmar a los ricos, de envidia y resentimiento contra los que destacan socialmente, resuena en sus oídos con fuerza, sintoniza sus conciencias y encauza sus pasiones a la destrucción del orden social existente. Esta clase destructora que hoy surge no es una clase económica, sino que la integran los que poseen niveles semejantes de resentimiento social, de falta de esperanza, de incapacidad para elaborar proyectos, y la integran también aquellos que presentan contra la cultura en la que viven niveles de odio parecido. Hoy estas gentes, jóvenes principalmente, como en mayo del 68, en época de iniciación guerrera, se rebelan contra la generación anterior, rechazan la cultura y los valores en que se han criado, rechazan el esfuerzo y la responsabilidad individual, y esperan el prodigio del maná caído del cielo y la apertura de un paraíso que maravillosamente aparecerá y les traerá la buenaventura eterna. Hoy, muchos de ellos forman parte del Populismo, un rebaño ciego que espera un aprisco cálido y un pesebre bien lleno sin necesidad de realizar esfuerzo alguno para lograrlo.
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  4. Hay quienes se extrañan de la sintonía que muestra el Populismo español con una buena parte del mundo islámico. Aquellos y estos manifiestan intenciones de destruir libertades, de destruir la democracia representativa, de destruir los tradicionales valores de Occidente, de destruir a Israel, y unos y otros se aparejan en odio. No resulta extraña tal sintonía. De ahí surge ese silencio alarmante del feminismo radical populista ante la ausencia de derechos de la mujer o de los homosexuales en el mundo musulmán; de ahí los esfuerzos que realiza el Populismo para justificar el terrorismo palestino; de ahí la amistad que une al Populismo de Podemos con  el régimen teocrático de Irán; de ahí la política de acogida que dirige el Populismo a todos los musulmanes que recalan en España. Están unidos por el ansia de destrucción. De su alianza solo se puede esperar la miseria y una vuelta a las cavernas de la civilización. ¡Y se llaman a sí mismos progresistas! Mayor dislate no cabe. Barbarie=progresismo. Esa es la nueva fórmula.
  5. Cuando la socialdemocracia alemana consiguió llegar al poder tras de la Primera Guerra Mundial, sus dirigentes, impregnados hasta la médula de ideas revolucionarias y de alcanzar una pretendida justicia social pero sin una sola idea de qué construir ni de cómo construir, se hicieron esta rotunda pregunta: ¿Y ahora qué? El que no encontraran una respuesta adecuada, motivo la llegada del nazismo. El triunfo del Brexit ha conmocionado Europa, aunque nos ha salvado del avance del populismo español, travestido como un camaleón de ropajes engañosos, que conmociona a España. ¿Y ahora qué?, nos preguntamos todos.
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  7. El Brexit es entendible. Los británicos son un pueblo con gran apego a sus tradiciones y libertades. En el siglo XVII el parlamento inglés se levantó en armas contra su monarca y le cortó la cabeza. En Londres se proclamó la carta de derechos y libertades de los ingleses, The Bill of Rights, de la que tan orgullosos se han mostrado siempre. En 1801 se celebró el primer censo de población en el Reino Unido y muchos de sus ciudadanos se rasgaron las vestiduras por considerarlo un atentado a sus libertades. Un pueblo tan amante de sus tradiciones, su democracia y sus libertades, no puede dejar de sentirse preocupado por las amenazas que se ciernen sobre estos valores. Por el hecho de que Londres haya dejado de ser inglesa; por el hecho de que el crecimiento de la población islámica en Inglaterra sea imparable; por el hecho de que un 45% de los jóvenes musulmanes que viven en el Reino Unido muestren simpatías por el terrorismo islámico; por el hecho de que Europa ejerza un fuerte control sobre sus libertades. Se separan porque Europa se ha rendido a un relativismo cultural y de valores que equipara, sin sonrojo alguno por su parte, la Shariah con la Carta de los Derechos Humanos. Se separan porque el clima moral reinante en Europa, un clima de buenismo institucionalizado y de populismo igualitarista en el Sur, conduce a medio plazo al desastre cultural y económico y a la destrucción de los valores tradicionales. Los ingleses huyen de Europa porque temen hundirse con ella. Pero tal hecho no tiene porqué ser una catástrofe. Por su cercanía y supeditación a EEUU (a sus antiguas colonias), el reino Unido ha sido siempre una china en el zapato de Europa. Podemos salir reforzados de su separación. Para ello hacen falta ajustes de laboriosidad y gasto en el Sur y una defensa de lo propio contra las huestes que amenazan nuestros valores, derechos, democracia y libertades.
  8. He de reconocer que en los anteriores puntos solo aparece una parte de verdad, aquella que me parece más preocupante; y que es posible mirar las cosas –también con sensatez—desde otro punto de vista no tan negativo, pero España y Europa no están para medias tintas, y, a mi entender, es preferible resaltar los peligros que esconderlos bajo la sucia alfombra de lo políticamente correcto.

Me tomo unas vacaciones de verano y cierro este Blog, provisionalmente, a entradas nuevas. Un saludo a todos.